sábado, 18 de octubre de 2014

HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE. UNA REAL HISTORIA DE AMOR.

Esta hermosa historia de amor llegó a mí por pura casualidad, mientras buscaba fotos y recortes sobre la historia del Bowling en Venezuela,  Y allí estaban estos jugadores del boliche, cuyo amor duró toda la vida, 62 años para ser exacta. Y es que muchos no pueden cumplir la promesa que al casarse se profesan en el altar, aquella que dice “hasta que la muerte los separe”.


Pero Don y Maxine Simpson si lo lograron. 

Este matrimonio se conoció de muy joven en un campeonato de bowling en Bakersfield, California, Estados Unidos; de donde son oriundos.

 Eso fue un flechazo a primera vista, pues desde que se vieron por primera vez, “jamás” (en el buen sentido de la palabra), se separaron.

Se casaron en 1952, ambos de 21 años y al no poder tener hijos biológicos, decidieron adoptar dos. Viajaron por el mundo en competencias de bowling. Ellos siempre fueron personas muy queridas y apreciadas en la comunidad de Bakersfield.

Máxine comenzó a padecer de cáncer la cual requirió estar de reposo en su casa; Don, siempre a su lado.

Cuando se agravó fue ingresada a un centro hospitalario, él, no quiso separarse de su compañera y solicitó una cama para estar cerca del amor de su vida.
Al poco tiempo, Don tuvo una caída que lo hizo llevar al hospital se había fracturado el fémur. 
Estuvo varios días allí pero su condición se fue deteriorando rápidamente. Al mismo tiempo, el cáncer contra el que su mujer había estado luchando también comenzó a agravarse. Y es que pienso que la distancia fue su peor enemigo pues, desde que se casaron hace ya 62 años, jamás habían estado tanto tiempo separados.
Sus familiares al ver lo que estaba sucediendo decidieron llevárselos a su casa para que estuvieran juntos. Ellos siempre fueron muy unidos y por eso tenían que seguir juntos, en las buenas y en las malas.

El resto de la familia también supuso que Don y Máxime también querrían estar juntos, por lo que ambos fueron trasladados a una habitación que estaba libre en la casa de la familia.
Alli pasaron los días evocando aquellos bellos momentos, recuerdos que aun quedaban en sus mentes.


Tomados de la mano, su nieta, Melissa Sloan les tomo una fotografía. 

Ella comento que “Dentro de mi corazón yo sabía que esto iba a ser lo que sucedería: la abuela y el abuelo estuvieron juntos toda su vida, y por eso ambos iban a querer morir juntos.

A los 83 años, Maxine muere y cuatro horas después lo hacia Don.

Hace 62 años se juraron amor eterno y desde entonces, vivieron el uno para el otro; Don y Maxine Simpson, protagonizaron una historia que representa la esperanza de que el verdadero amor es capaz de traspasar las fronteras del tiempo y del espacio.

Grísseld LecunaGarcia/Bavaresco






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