miércoles, 18 de enero de 2017

PASCUALITA ¿MANIQUI O MOMIA?

En días pasados, una amiga me comento sobre un maniquí que había en una tienda mexicana que se volvió leyenda (y viral), pues comentan que es un cadáver embalsamado. Mi amiga vio las fotos y me decía el gran parecido que tenían sus manos con las de una persona normal. El caso fue que me quede con ganas de saber más y recurrí a mi “saca dudas”, me adentre al mundo cibernauta para que Mister google me llevara justo a donde habían escrito sobre este caso. Así fue que entré al blog de La Voz del Muro de Alberto Díaz Pinto y esto fue lo que halle:

En pleno centro histórico de Chihuahua, México, se encuentra una tienda de vestidos de novia llamada La Popular - La Casa de Pascualita, que se ha convertido en un punto de visita obligada en la ciudad y no precisamente por la calidad o vistosidad del buen género, sino por el misterioso maniquí expuesto en su vidriera conocido como La Pascualita.

Durante casi 90 años, este maniquí desconcertantemente lleva cautivando a todo aquel que pasa por delante de la vidriera de la tienda (o escaparate como le dicen en Mexico). 


Su pálida tez y mirada congelada, así como el increíble detallismo de sus venosas manos, con arrugas perfectas en sus palmas y uñas ligeramente desgastadas, hacen que todo aquel que tiene la oportunidad de verla termine concluyendo que no está frente a una muñeca, sino ante un cadáver embalsamado en perfecto estado de conservación.  

El cuento de como Pascualita llegó de modelo a la vidriera de la tienda por primera vez fue el 25 de Marzo de 1930. 


Sus ojos vidriosos, el pelo natural y el rubor de los tonos de piel inmediatamente llamaron la atención de los transeúntes, incluyendo a los trabajadores de la tienda.  No pasó mucho tiempo antes de que alguien se diera cuenta del asombroso parecido que tenía el maniquí con la recién fallecida hija de la dueña de la tienda. Así pues, el escenario estaba listo para el rumor.  

Según cuentan, Pascuala Esparza, la dueña de la tienda, tenía una hermosa hija que estaba a punto de casarse. 


Desgraciadamente, el día de su boda sufrió la picadura de una araña viuda negra y murió. El dolor de la trágica pérdida fue tal para la madre, que conservó su cuerpo mandándolo a embalsamar, para posteriormente colocarla en su la vidriera de la tienda, vestida de novia y así poderla ver siempre que quisiera.

Las quejas y las llamadas telefónicas no tardaron en sucederse, pero Pascuala lo negó todo, alegando de que se trataba de un maniquí muy bien elaborado. Sin embargo, nadie le creyó. 


Con los años, las historias y relatos sobrenaturales entorno a la Pascualita fueron acrecentándose, como el que dice que cambia de posición cuando nadie la mira. 

Incluso los propios trabajadores de la tienda han confesado que les resulta escalofriante. 

Al parecer el actual propietario de la tienda, Mario Gonzalez, quiere mantener viva la leyenda. 


Dos veces por semana, la Pascualita es escondida tras una cortina para cambiar su ropa. Solo unas cuantas personas de confianza y empleados se les permite vestirla y desvestirla. Un trabajador, que ha nisto su cuerpo desnudo, cree, "que no es el cuerpo de un maniquí". 

Lo cierto es que el Sr. González está muy contento con la multitud que La Pascualita atrae a su tienda y cuando se le pregunta sobre si la novia realmente era una momia, sonrie y sacude la cabeza diciendo: "¿Es cierto?, Mucha gente cree que lo es, pero no podría decirlo".

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuente:
Fotos: Ripley’s Believe it or Not

 








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