jueves, 9 de marzo de 2017

LOS COMICS Y LA MASONERIA

Siendo cerca de 34,000 logias alrededor del mundo y con una membresía que alcanza casi los 6 millones, es obvio que la Enciclopedia Británica le dé el título de la sociedad secreta más grande del mundo. 
Pero decir que algo es secreto no significa forzosamente, que tenga que ver con el ocultismo. De hecho la mayoría de los masones afirman que su organización no tiene nada de oculto, sin embargo, mientras más indagamos sobre las enseñanzas de este grupo, más clara es su imagen.
Y como si fuera una moda, las logias han estado inmersas en tiras cómicas, ya sea por medio de viñetas (cuadros que contienen dibujos y textos, que se leen de izquierda a derecha), como series o películas animadas. 

Y es así como por medio de mi búsqueda conseguí algunos conocidos y otros no tanto. Inicio con el siguiente comic:

                               FABULA DE VENECIA
El maestro del comic, Hugo Pratt, célebre por su personaje Corto Maltés, utilizó en varias ocasiones la masonería en sus historias. La más conocida es la protagonizada por el marino aventurero en Fabula de Venecia, donde Corto hace una especie de viaje iniciático por la ciudad italiana en busca de una esmeralda mítica que había pertenecido al rey Salomón
La aventura comienza justo en el momento en que la logia Hermes inicia sus trabajos secretos. 

Corto irrumpe en la escena de forma accidental, mientras huye de una pandilla de fascista y cae al hundirse parte del techo del templo. 

En diversas viñetas, Pratt recrea a la perfección el decorado de una logia, con el suelo en forma de tablero de ajedrez y escuadras y compases distribuidos por las paredes.
Pratt conocía muy bien estos detalles, ya que fue iniciado masón el 19 de noviembre de 1976, precisamente en una logia veneciana llamada Hermes. El día de su ingreso, el dibujante entregó a la logia una espada masónica que estaba en posesión de su padre, quien había sido un destacado militante fascista durante el régimen de Benito Mussolini. La espada había sido requisada en una logia.
BIMBO`S INITIATION 
La iniciación de Bimbo, estrenado en 1931 —en plena Gran Depresión— es un cartoon inusual para su época, lleno de elementos que parecen tener un significado imposible de descubrir, relativos a las sociedades secretas y sus requisitos para ingresar en ellas.

La historia de poco más de seis minutos comienza con el personaje silbando despreocupado por la calle hasta que cae en un agujero que un ratón (idéntico a Mickey Mouse) cierra con candado condenándolo al submundo. Allí lo esperan unos seres rechonchos, con la cara cubierta y una vela en la cabeza que le preguntan una y otra vez si quiere “ser miembro” de la logia a la que pertenecen.

Cada vez que Bimbo responde con una negativa sufre las consecuencias con puertas falsas, habitaciones que giran, pinchos amenazantes, trampas, en fin, cámaras sádicas que recuerdan los sufrimientos diversos que se imponen a los nuevos iniciados en las sociedades secretas reales. Tras salir airoso de todas las pruebas que se le hacen,  y tras  negarse varias veces a convertirse en un miembro, el hombre enmascarado revela y le seduce. 


Es Betty Boop! Después de verla golpeando su propio trasero unas cuantas veces, Bimbo se dio cuenta de que esta sociedad secreta es la correcta.

Cuando Bimbo finalmente acepta la oferta de Betty Boop, descubre que todos los miembros eran clones de Betty Boop, y eso le hace muy feliz. En otras palabras, la iniciación en la sociedad secreta puede resultar difícil y aterradora, pero ser miembro ofrece grandes recompensas.

LOS PICAPIEDRAS
Para más señas, Pedro Picapiedra era un obrero de la construcción trabajando en una cantera, que procedía de la más antigua de las formas de entender la masonería, la operativa: los que picaban la piedra

Y es que la masonería surgió de las corporaciones de obreros de la construcción en la Edad Media, canteros alemanes y constructores ingleses y franceses que entonces eran algo más que asociaciones de oficios. La masonería tiene su origen en la Edad Media y fue fundada por obreros especializados en la construcción.

Si leyendo sobre las raíces de la masonería se hiciera memoria, descubriríamos la enorme cantidad de símbolos y alegorías que comparte la institución con la logia Los Búfalos Mojados a la cual pertenecían los protagonistas masculinos Pedro Picapiedra y Pablo Mármol de aquella serie animada de los años 60. 

Unos dibujos animados que reflejaban la clase media de la sociedad estadounidense con sus salidas al campo, barbacoas en el jardín, partidas de bolos y un vehículo primitivo. Contexto histórico: la Edad de Piedra.

Si nos centramos en Pablo, segundo personaje principal de la serie y cómplice fiel de Pedro lleva apellido de roca: Mármol. 
Y para un masón, Dios ve toda la obra; y todo masón, albañil, trabaja para la obra del Gran Arquitecto.

LOS SIMPSON
Pero, ¿qué les pasa a los dibujantes con la masonería? La capacidad de observación de estos artistas y su irónico estudio de la naturaleza humana les ha permitido crear obras de gran reflexión a través de sus viñetas; y los dibujos animados no son una excepción. 

Dicen que Hergé fue masón, y en un episodio de Los Simpson, el bueno de Hommer (Homero), trata de ingresar en lo que parece una logia masónica. Se sabe que es una logia masónica porque al rito de iniciación se llega con los ojos vendados, se hace un juramento para guardar secreto y se invita a usar determinados valores, tal y como puede verse que hicieron con Homero en aquel capítulo de la serie.

Todo comienza cuando Homero descubre que Lenny y Carl disfrutan de privilegios inexplicables en la planta nuclear, como sillones vibradores y excelentes lugares de estacionamiento. Luego de investigar y de perseguirlos, descubre que son parte de una antigua sociedad, conocida como los Stonecutters (Magios en Hispanoamerica).

Cuando trata de unirse a la sociedad, descubre que para ser miembro, debe ser hijo de un Stonecutters o salvarle la vida a uno de ellos. Cuando habla de la sociedad en la cena, el Abuelo le dice que es un miembro, por lo que Homero es admitido. El número como miembro de los Stonecutters es el 908.

Tras obtener la membresía gracias al abuelo Simpson, Homer disfruta de los privilegios y reuniones de la sociedad. 

Por desgracia, durante una cena destruye involuntariamente el «pergamino sagrado de los Stonecutters» y es expulsado, hasta que se descubre que él es «el elegido» que llevará los Stonecutters a la gloria. 

La trama incluye numerosas referencias a la masonería y películas como  Raiders of the Lost Ark y El último emperador

Desde su emisión, el episodio ha recibido muchas criticas positivas de aficionados y críticos de televisión y ha sido considerando "uno de los mejores episodios de la serie".  




LA PEQUEÑA CASA DE LA PRADERA

Esta fue una serie con un gran éxito en la historia de la televisión. Narra la vida de la familia Ingalls,  que viaja al oeste americano en busca de prosperidad y se instala en el pequeño pueblo de Walnut Grove, en Minnesota. La familia la forman Charles, su esposa Caroline y sus tres hijas, Mary, Laura y Carrie.

La familia Ingalls en la serie
La serie se basa en la colección de libros autobiográficos de la escritora Laura Ingalls Wilder, la hija mediana. El patriarca, Charles Ingalls, interpretado por Michael Landon, era masón, y como tal recibió un funeral propio de la sociedad secreta. 

Familia Ingalls, la real en foto de esa época

En la lápida de su sepultura, que aún se conserva en el Cementerio de De Smet (Dakota del Sur), son bien visibles el compás y la escuadra entrelazados con la letra G en el centro, el símbolo más conocido de la masonería. La propia Laura Ingalls, su madre y su hermana pequeña pertenecieron a la organización masónica femenina norteamericana Eastern Star.

Mirando el simbolismo inmerso en estos comics, nos damos cuenta de que aquellos que lo produjeron obviamente tenían "el conocimiento". Las caricaturas, por tanto, son otro ejemplo del simbolismo oculto que puede ser visto por todos, pero se pretende que sea completamente entendida por pocos.

Grisseld LecunaG/Bavaresco

fuente:




No hay comentarios:

Publicar un comentario