Todos vemos lo mismo, solo se diferencian los sentimientos con que lo percibimos. Quizás se paren dos personas frente a un paisaje y vean lo mismo, pero distinto.
A veces vemos y no observamos, para dar un rápido ejemplo, en la novela “Escándalo en Bohemia”, están Holmes y Watson conversando después de tiempo sin verse, y entre deducciones y corazonadas Holmes le dice:
-“No obstante, yo creo que mis ojos son tan buenos como los suyos.
-Y así es –repuso Watson- Usted ve, pero no observa. La distinción está bien clara. Por ejemplo, Usted ha visto a menudo los escalones que conducen desde el vestíbulo hasta esta habitación.
-Frecuentemente.
-¿Con qué frecuencia?
-Pues... centenares de veces.
-Entonces: ¿cuantos hay?
-¿Cuántos? No lo sé.
-¡Claro! Usted no ha observado y, en cambio, ha visto. Esto es precisamente lo que yo quiero decir. Y yo sé que hay diecisiete escalones porque he visto y he observado a la vez." (*)
Como dije al comienzo: Todos vemos lo mismo, solo difiere la forma de percibirlo. Pero…., lo mismo, no es lo que vemos???....Una persona que vive en amargura y todo lo ve mal; así mismo, refleja eso a los otros, y es lo que se percibe cuando se está a su lado, aunque ella no lo vea así.
En otro caso, solo vemos en quienes nos rodean, lo que nosotros mismos proyectamos, y hasta les reprochamos sus debilidades, que terminan siendo las mismas nuestras, aunque no lo asumamos como fallas propias.
Entonces, vemos lo mismo pero distinto, lo que condiciona esto es la interpretación y la interpretación esta influenciada por los sentimientos, las experiencias previas, las costumbres, los valores.
….… Y no es lo mismo lo que vemos, pues vemos en el otro lo que nos falta, lo que no nos gusta, lo que nos aterra.
Es por ello que si ante cualquier problema que nos suceda, nos sentimos perdidos... Si no sabemos nunca perdonar... Si vemos solo lo negativo de cada momento, persona u ocasión... Es que no sabemos ver la vida con los ojos de Dios, y por ello no logramos hallar la paz y la alegría que tanto anhelamos.
Por eso, como no sabemos si será el último día; miremos, observemos, toquemos, riamos, lloremos, cantemos, aunque nos llamen locos, vivamos en paz y felices, mientras más bien le deseemos al prójimo mas alegría llegara a nuestras vidas.
Intentémoslo, nada nos cuesta, bien vale la pena….Y si no podemos ver lo mismo por lo menos que lo mismo sea lo que veamos….!
Grìsseld Lecuna García
(*) Parte de la novela “Escándalo en Bohemia” Conan Doyle
http://www.autoreseditores.com/libro/1668/grisseld-lecuna-bavaresco/sueno-pienso-escribo-y-aprendo.html
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