Hoy les quiero compartir otro interesante relato de mi amigo Julio Cesar Guanipa, donde se mezclan personajes importantes en el mundo, cada quien en su atmósfera correspondiente, ya sea espiritual, terrenal o ficticia.
DE
JESUCRISTO,
BOLÍVAR Y DON QUIJOTE...
Simón Bolívar, desde su
lecho de enfermo, miró largamente al Dr. Alejandro Prospero Reverend y musitó
muy débilmente:
Simón Bolívar |
- ¿Sabe Ud. Doctor, quienes han sido los más grandes majaderos de la historia?
- No. No lo sé.
- Acérquese Ud., Doctor, se lo diré al oído.
El Dr. Reverend obedeció solicito al Libertador acercándose lo más que pudo para poder escuchar.
- Acérquese Ud., Doctor, se lo diré al oído.
El Dr. Reverend obedeció solicito al Libertador acercándose lo más que pudo para poder escuchar.
- Los tres
grandísimos majaderos hemos sido Jesucristo, Don Quijote y yo...
El
29 de Mayo de 1.595, el pirata Inglés Amyas Preston después de recalar a las
playas de Macuto, en los predios del Cacique Naiguatá inicio al ascenso a
Caracas por el camino del Pavero guiado por un traidor español llamado Tomás de Villapando. Le acompañaba además una larga columna de soldados, piratas todos,
agresivos, rudos con un largo historial de batallas a sus espaldas.
Al
trasponer la cumbre del Pavero por el lado oeste del cerro El Avila - El
Guaraira Repano - observaron lejos aún, la Villa de Santiago de León de
Caracas. Monte y culebras, quebradas, subidas y bajadas hasta llegar a las
proximidades de la Puerta de Caracas.
Cerro El Avila |
En
medio de charangas, risas y maldiciones avanza la soldadesca con Amyas al
frente cuando de pronto, salido de la espesura sale un jinete montando un flaco
corcel vestido de antigua armadura de yelmo y adarga, con intención de
cerrarles el paso.
Los hombres de Amyas intercambian sonrisas y guiñadas de
ojos burlándose del solitario atrevido mientras el líder del grupo avanza unos
pasos y le dice al jinete desconocido:
- Deponed las armas, noble caballero que vuestra sola presencia a salvado el honor de la ciudad.
Por
toda respuesta, el desconocido de antigua estampa espolea los ijares del
caballo y esgrimiendo la lanza ataca la columna de piratas. Ensarta a uno y a
otro, los piratas desenvainan sables y espadas, aprestan los arcabuces mientras
se oye la voz a gritos de Amyas.
Amyas Preston |
- ! No lo maten ¡ ! Lo quiero vivo ¡
Cae otro pirata herido de muerte, imposible es reducirlo, y a una orden de Amyas truenan los arcabuces desmontando al jinete herido de muerte.
-Por vida de Dios, quitardle el yelmo, descubrid su rostro, quiero ver la cara de este noble caballero.-
Sus hombres obedecieron, y al ver la casa del hombre que agoniza, Amyas Preston grita presa de la sorpresa y el dolor.
-¡Por Dios, si es mi amigo Don Alonso el hombre a quien debo mi libertad!-
Muerto
ya, yacía el cuerpo de Don Alonso Andrea de Ledesma, Soldado Conquistador,
Primer Alcalde Mayor de Caracas, Buen hombre de gran valía, amigo de aventura
de Don Diego de Lozada...
Don Alonso Andrea de Ledesma |
Las lagrimas de pesar surcaron el rostro de Amyas Preston mientras en alas del recuerdo volaba a sus días de naúfrago cuando llega a las playas de Macuto empujado por el mar y la borrasca casi muerto.
Fue
auxiliado por los habitantes de la puebla de pescadores y entre brazos de
negros y mulatos entregados al Justicia Mayor para ser entregados a las
autoridades de la Villa de Caracas.
- ¿Cuál es su nombre? Le preguntaban.
- Amyas, mi nombre Amyas.-
- ¿Amyas?-
-No. Que dijo Mías -terciaba otro.
Y el Mías. así quedó su nombre, fue hecho reo de los Caraqueños siendo sentenciado a pasar el día unido a una bola de hierro. con cadena y grillete a sus tobillos. Por las noches, sería atado al rollo de la Justicia de la Plaza Mayor.
Grabado de la Plaza Mayor de Caracas 1840 |
Y de tanto ruego, el Mías, invocando su amor a su antigua Inglaterra suplicaba a Don Alonso y a Diego García que lo ayudaran a escapar.
Y así fue...
Una noche, Diego García ocupó el lugar del Mías atado al rollo de la justicia, mientras Don Alonso bajaba por el camino de Calvario, más allá de la barriada del Silencio caminaba con su amigo el Mias.
Repuesto del dolor y la sorpresa, ordenó montar el cuerpo de Don Alonso en lecho de escudos y llevarlo a la Plaza Mayor de Caracas, sepultándolo al pié del rollo de la justicia. En ese mismo acto el traidor Villapando fué ahorcado.
Miguel de Cervantes y Don Quijote |
Tiempo después, el hijo del Capitán Conquistador Garcí González de Silva, Santiago; fue a Madrid a tratar ciertos asuntos de su padre, y entre amigos y chascarrillos contó lo sucedido de Don Alonso. Don Miguel de Cervantes y Saavedra que a la sazón se encontraba en Madrid, se interesó en el relato y queriendo saber un poco más de esa historia solicitó licencia a la Corte para las Indias Occidentales, movió influencias, pero fue inútil, contestándose con moldear el perfil y la figura de Don Alonso Quijano -El Quijote- con lo poco que había escuchado y a base de similitudes recreó al héroe de su obra cumbre. Que si el héroe inmolado en la lejana Caracas
tenia por nombre Alonso, pues su héroe se llamaría Alonso Quijano.
Don Alonso Quijano y Sancho Panza |
Según Miguel de Unamuno, hay algo de cervantino en la vida de Bolívar, de quijotesco también, pues el hombre persiguiendo sueños también se hace sentir.
El
Quijote, el Hidalgo de algún lugar de la mancha aún cabalga. Página tras
página, en aquella España que se detiene en el tiempo por obra y gracia del
genio creativo de Cervantes cabalga una y otra vez entre el ladrar de los
perros y molinos de vientos, una y otra vez el Hidalgo jinete de antigua
armadura... Cabalga y cabalga enlazando aventuras y persiguiendo una utopía
hecha mujer, su Dulcinea del Toboso.
Jesús de Nazaret |
Bolívar,
ya en las páginas de la historia es más real. Quijotesco y Cervantino en su
accionar, hace mucho ya dejó de cabalgar, pero con su gloria creciendo cada día
mas con el tiempo - Como dijo Choquehuanca en Pativilca - como crecen cuando el
sol declina...
Jesucristo, el hijo de la virgen Judía, y del humilde carpintero de Nazaret, ambos de la raíz de Isaí, descendientes de David, EL AUTENTICO Y UNICO REVOLUCIONARIO que ha transitado por esos caminos de Dios, no caminó más allá de 300 kilómetros dejando su mensaje que cambió la mente y el corazón de los hombres. Hizo estremecer a un imperio completo; el de Roma, sin más arma que la verdad. Siendo inocente, fue juzgado y condenado, torturado, humillado y condenado a muerte, siendo resucitado al tercer día por Dios, esperando ahora "aquellos días" para venir a instaurar su reino que no tendrá fin.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco |
Los tres majaderos tomaron caminos diferentes, Bolívar al sitial que le reservó Dios a su muerte, Don Quijote a continuar en su eterno cabalgar páginas tras páginas, y Jesuscristo a esperar el día de su venida....
J.C.
Guanipa. Venezuela. 17Abr2017.
Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco
Fuentes fotograficas:
https://www.google.co.ve
https://es.wikipedia.org/wiki