La vida esta hecha de momentos: algunos buenos y otros no tanto. Lo importante es saber vivir esos momentos y darles nuestra mejor cara; hay que aprender de cada pérdida y de cada triunfo. Pero, sobre todo, hay que saber levantarnos y acompañar esa experiencia de reflexiones cortas que serán el recuerdo de aquel momento.
1.- No demuestres siempre quien eres .
En una carrera de galgos se quería averiguar quien era más rápido entre los perros o un cheetah.
Al dar partida, los galgos salieron velozmente pero el cheetah no se movio y se quedó en el mismo sitio, las personas le preguntaron al organizador de la carrera que sucedía y el sólo los miró y respondió:
- A veces tratar de probar que eres el mejor, es un insulto.
2. Acuérdate de soltar el vaso
Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todo el
mundo esperaba la típica pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?” Sin
embargo, preguntó: – ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200
y 250 gramos.
El psicólogo respondió: «El peso absoluto no es importante.
Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema.
Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se
entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero
cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve.»
Y continuó: «Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los
rencores, el resentimiento, son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un
rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler.
Y si
piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de
hacer nada.» ¡Acuérdate de soltar el vaso!
Grisseld Lecuna Bavaresco
Fuente:
https://psiqueviva.com/cuentos-reflexion/