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lunes, 14 de noviembre de 2022

CONOCIENDO LA CALLE LOS LANCEROS DE OTROS TIEMPOS, SEGÚN MARTIN VALBUENA

 

En días pasado estuve revisando algunas revistas de siglos pasados, y un artículo que me llamó la atención fue el escrito por L. Martín Valbuena (vivió en el Puerto desde 1902 hasta 1910), donde comentaba sobre aquellas personas muy conocidas para su época que vivieron en nuestra célebre y muy conocida calle. Hoy quise compartirla con Ustedes y así conocer un poco más del callejón Ño Morían, General Páez y finalmente Los Lanceros.  

Esta conocidísima calle o callejón, tiene aproximadamente  una longitud de 300 metros con un ancho aproximado de 4 metros, sus aceras (cuando existían), se podían calcular entre 60 y 80 centímetros. Ella limita por el Norte con una parte lateral de la célebre Iglesia del Rosario, antiguamente llamada San José. Por el Sur por el sitio conocido como la Conchera de Capriles, después Colegio de los hermanos de  La Salle. Antiguamente existió allí el foso que dividía la población en dos mitades conectado por un puente levadizo a la altura de la Calle El Comercio, por lo cual la población creo  los nombres de puente dentro y puente fuera. Este y Oeste cercada por una hilera de casas. 

Una de las características de la calle Los Lanceros, es que bajo sus aleros nacieron o vivieron por largo tiempo numeroso grupo de hombres y mujeres destacados en nuestra música y en nuestra literatura, bien sea como poetas, prosistas, periodistas o historiadores y compositores, es decir, espiritus artísticos que dieron al mundo sus concepciones en partos bienaventurados los cuales perduran hoy en nuestro acervo literario y musical.

El escritor L. Martin Valbuena en su artículo “La calle de Los Lanceros”, comenta que en esa callejuela un 17 de octubre de 1808 nacería el poeta  José Antonio Maitin. Allí se levantó en la casa  de sus padres y bien cabría pensar en cuantos versos bellos y dolorosos escribiría bajo la resolana reverberante de la calzada de piedras aquel que fue precursor de una brillante pléyade literaria que en los últimos ciento cincuenta años ha dado gloria y blasón a Venezuela desde aquella humilde callecita porteña.

Al poeta melancólico siguieron Carlos Brandt Tortolero, literato de fusta, que aunque nació en Miranda, Carabobo, desde pequeño vino a vivir en una casa de esta señorial calle. Fue un filósofo y esclarecido pensador que escribía muchas de sus obras cuando allí vivía. Continua Martin Valbuena recordando que allí el historiador, doctor y poeta Paulino Ignacio Valbuena, que aunque nacio al lado del Club Alemán, también tuvo sus días en esta calle histórica. Don Daniel Villasmil poeta y periodista, director de "El Submarino". Lope Bello, periodista e insigne tribuno, fundador de "El Estandarte". Eduardo Villasmil, poeta laureado. Connie Lope Bello, poetisa y quien fuera directora de la revista Lirica Hispana. Luz Vallenilla, autora de una obra costumbrista titulada "La Calle Lanceros". Y por último en el campo de la música, Augusto Brandt, insigne compositor. 

Continúa Martin Valbuena recordando también a personajes prominentes de la localidad como lo fueron los profesores Cerrato, Virgilio Pérez y María Luisa Delgado, que dedicaron sus vidas a la enseñanza.

También la habitaron muchos hombres destacados en el comercio local y empleados públicos tales como José Antonio López, el señor Moyen, los señores Troconis y Echeverría, Don Manuel Alvarado, Capitán Rafael Fuentes, el señor Borges, Santiago Marín, Capitán Rodríguez, el señor Morales Nadal, el señor Meza y su tienda de tabacos y finalmente el prominente medico doctor Fonseca, el célebre “Chingo Fonseca”, quien después adquirió fama y honores en la capital de la República como excelente galeno y político. 

Esta calle arrancada del Madrid viejo, con sus aceras angostas y su calzada apretada como especie de garganta entre sus casonas viejas sostenidas a través de más de tres siglos, con sus paredes de metro y medio de espesor, decoradas con ventanas cuadradas de tipo andaluz y algunos balcones de madera labrada, todo lo cual contribuye a darle un aspecto único, con sabor a rancia tradición ibérica.

 

Grísseld LecunaG/Bavaresco

 

Fuente:

Punta Brava. Edición extraordinaria II época. Nº 20. Junio – Julio 1970

 


 

 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

RECORDANDO A BETTY CAPRILES Y SU GRUPO INFANTIL

 

Para los porteños de los años de 1940, recordaran el grupo infantil organizado por la porteñísima Betty Capriles (después Señora de Brandt), el cual era para fines de la sola diversión familiar y social, que constituyó un extraordinario éxito y marcó una verdadera época en el transcurrir de la ciudad. 

Betty Capriles en foto de H. Avril

Terminaba de pasar por Puerto Cabello, las recordadas “Estampas líricas en Miniatura”, conjunto de niños y niñas organizado en Maracaibo, los cuales dejaron un grato sabor de arte y de buena organización; cuando la inquieta Betty, en alarde de iniciativa, buen gusto y afecto por lo artístico y cultural, organizó para fines solamente familiares un grupo de jovencitos de aquellos años que también iban a cantar, bailar y a efectuar representaciones. 

Italo Pizzolante y Beatriz Calzadilla

Se inicio cuando quiso rendirle un homenaje a su Padre que en aquella ocasión (24 de julio de 1940), cumplía años. 

Los ensayos se efectuaron con el entusiasmo propio de la juventud, secundado por sus compañeros de estudios del Colegio “Sagrado Corazón de Jesús” de las Reverendas Hermanas de San José del Tarbes.

Consuelo Ghersi y Edgar Senior

La velada en homenaje a su padre se llevó a cabo con gran éxito, tanto así que los asistentes se empeñaron que se repitiera con fines benéficos, cuyos fondos recaudados serían destinados a proporcionarles aguinaldos a los niños pobres lo cual causo gran satisfacción.

El acto se llevó a cabo en el Teatro Municipal donde se presentaron “La Cenicienta”, además canciones y bailes, zarzuelas como La del Soto, del Parral, La viuda alegre, entre otras.

Raul Baptista y Rosaura Llobet en la bella durmiente

Para 1941 Betty fue elegida Reina del Carnaval de Puerto Cabello y el grupo de sus compañeros le dieron la sorpresa de asistir como sus damas y caballeros de honor.

Carnaval 1941. Betty Capriles Reina de carnaval. Sus damas de honor:
Teresa Ponce, La Nene Valery, Nelly Pantin, Josefina Rivas, Lulú Pizzolante,
Ivette Bodú. Los Pajes: Juan Calzadilla y Ramon Elias Valery.

Para 1943 la visitó el Padre Joaquín González a entusiasmarla para que reorganizara al grupo y dieran una representación en el Teatro a beneficio de las obras del templo en construcción en Rancho Grande.

Lulu Pizzolante y Juan Senior

Fueron pocas esas actividades, sobre todo las públicas, ya que no tenían pretensiones lucrativas; pero dejaron profunda huella en la sensibilidad y aprehensión de los porteños, que todavía recuerdan, con sentimental complacencia, los buenos ratos que hizo saborear el llamado “Conjunto Infantil de Betty Capriles”.

 

Grísseld LecunaG/Bavaresco

 

Fuente:

Tomada una parte de la entrevista efectuada por la revista Punta Brava (1970) a Betty Capriles de Brandt


Los integrantes de este grupo infantil fueron:

Las damitas eran: Nini Baptista, Silvia Valery, Graciela Álvarez, Cristina, Graciela y Rosalba Llobet, Lulú Pizzolante, Nena González, Violeta D'Gregorio, Ivette Bodú, Amelia Torres, Consuelo Ghersi, Judith Senior, Beatriz Hernández, Martha Moratinos, María Herminia Soriano,  Thais Martínez, Virginia Brandt, Beatriz y Raiza Calzadilla. 

Los jovencitos fueron: Miky Rivas, Ítalo y Duilio Pizzolante, Guillermo Ríos, Antonio Torres, Guido Gentl, Christian Gramcko, Gustavo Capriles, Luis Alberto Ponce, Adolfo Aristiguieta, Carlos Alberto Rivas, José Antonio González, Otto Lampe, Juan Calzadilla, Juan y Edgar Senior, Miguel Sánchez, Ramón Elías Valery, Raúl Baptista, Eduardo Dao.