Brujas de la noche, así llamaron los alemanes a un
grupo de mujeres que pertenecían al 588º regimiento de bombardeo nocturno de la
Unión Soviética que convirtieron sus noches en auténticas pesadillas. El
siguiente artículo hablaré de una mujer que fue la protagonista de sembrar el
terror entre las filas alemanas, fue Yevdokiya
Zavaliy, le contare la historia de una granjera ucraniana cuya vida cambió
en el verano del 41, cuando los alemanes bombardearon y ocuparon su pueblo.
Yevdokiya Zavaliy nació en un pequeño pueblo de campesinos situado en la región de Mykolaiv (Ucrania) en 1924 -según otras
fuentes en 1926-. Fuese un año u otro, el caso es que cuando estalló la Segunda
Guerra Mundial ella era una adolescente. En julio de 1941, y mientras trabajaba
en una granja, su pueblo fue bombardeado por los alemanes. Todos corrieron y
buscaron algún lugar en el que protegerse.
Cuando Yevdokiya llegó a la
puerta de una casa, escuchó detrás de ella gritos de dolor; se dio la vuelta y
vio a un soldado soviético caído en el suelo alcanzado por la metralla. Sin
pensarlo dos veces, entró en la casa y se dirigió a una habitación, arrancó las
sabanas de la cama y las rasgó. Volvió a salir a calle y vendó las heridas del
joven soldado taponando la hemorragia.
Sería el primero de los muchos heridos
que atendió aquel fatídico día que iba a cambiar su vida… pidió incorporarse al
destacamento militar que había desplazado en la zona. Aún sin estar convencido
de su edad -ella le mintió diciendo que tenía 18 años-, el oficial había visto
cómo se había desenvuelto durante el bombardeo y la aceptó como enfermera.
Antes de marcharse, su abuela profetizó:
Sangraras cuatro veces, pero los gansos blancos te traerán de vuelta…
A pesar de comenzar a servir como enfermera, Yevdokiya aprovechó el poco tiempo
que tenía de descanso para aprender a disparar con pistolas y ametralladoras.
En ese mismo año iba a experimentar lo que sería su vida durante los siguientes
años: heridas sufridas (la primera en la isla Khortytsia en el río Dniéper) y
condecoraciones (recibió la Orden de la Estrella Roja por salvar la vida de un
oficial).
Pero como enfermera no iba a poder hacer mucho más, hasta que un
error le dio la oportunidad de luchar en el frente. Un oficial la confundió con
un hombre -vestían mismo uniforme y se acababa de rapar la cabeza por la plaga
de piojos- y le ordenó unirse a grupo de soldados de la Sexta Brigada
Aerotransportada para intentar frenar al ofensiva alemana cerca de Goryachy
Kluch.
Sería la primera de las muchas batallas en las que participó. Incluso fue
nombrado -porque seguía manteniendo su “condición” de hombre- sargento cuando
capturó a un oficial alemán. Ejemplos de su valor los hubo para todos los
gustos y colores: los alemanes habían sitiado la ciudad de Mozdok, en la margen izquierda del río Térek, y entre los
defensores de la ciudad comenzaban a escasear los alimentos y la munición, así
que Yevdokiya atravesó el río por la noche y consiguió entrar en el campamento
alemán, robó alimentos y munición y los cargó en una lancha para regresar; al
año siguiente, en la región de Kuban, su compañía estaba recibiendo un duro
castigo y la pérdida del oficial al mando dejó a los soviéticos descabezados y
sin saber qué hacer, el/la sargento Zavaliy tomó el mando y arengó a sus
compañeros para lanzar un duro contraataque que rompió las filas enemigas…
En
este último enfrentamiento fue herida y la llevaron a la enfermería. Pensó que,
cuando los médicos descubriesen que era una mujer, sería el fin de su carrera militar
y que volvería a su puesto de enfermera.
Nada más lejos de la realidad, pesaron mucho más sus
logros en batalla y en 1943, con menos de 20 años, fue nombrada comandante de
pelotón de artilleros. Este nombramiento no fue bien visto por algunos que no
entendían cómo una adolescente podía estar al frente de un batallón, pero en
cuanto la vieron luchar se ganó su respeto y admiración. La valentía y la
osadía de aquella adolescente también llegó a las filas alemanas, hasta el
punto de que era conocida como Frau
Schwarzer Tod (Señora Muerte Negra).
Siempre en la vanguardia de todos los
enfrentamientos, la comandante Zvaliy participó en la defensa del Cáucaso, la
batalla de Crimea y en última instancia en la liberación de Yugoslavia,
Rumania, Bulgaria, Hungría, Austria y Checoslovaquia. Al final de la contienda,
y tal como había predicho su abuela antes de abandonar su pueblo, fue herida de
gravedad en 4 ocasiones pero “los gansos blancos la trajeron de vuelta“. Lo que
su abuela no sabía es que volvería después de haber recibido 40 condecoraciones
y medallas. En 1947 abandonó el ejército y se instaló en Kiev, donde se casó y
tuvo 2 hijos, 4 nietos y 4 bisnietos. Pasó gran parte de su vida trabajando
como gerente de una tienda de comestibles, pero también recorrió muchas
ciudades, bases del ejército y unidades militares en las que compartió sus
historias con sus compatriotas. Yevdokiya Zvaliy falleció en Kiev el 5 de mayo
de 2010.
Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco
Fuentes:
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