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jueves, 26 de julio de 2018

LA LEYENDA DE LA PIEDRA NEGRA O ENCANTADA DE PLAYA EL PALITO

Una de las tantas leyendas urbanas existentes y muy conocida en Puerto Cabello, una hermosa ciudad en el Estado Carabobo en Venezuela, es la de la piedra negra o piedra encantada, que se haya en la Playa norte de El Palito, cerca de la refinería del mismo nombre. 

En dicha playa existe una piedra grande, situada en la saliente del mar; dicen, que cualquier persona que se bañaba cerca de ella, era succionada por esta y devorada por una gran serpiente marina.

Ningún poblador de la zona se bañaba cerca de ella, pues el que pasaba cerca se sentía atraído por la roca. Comentaban que era como un canto de sirenas que te hipnotizaba.

Vieron pasar a miles de personas frente a la roca, y miles de vidas se perdieron en torno a ella.

Foto del año 1947, al fondo se aprecia la piedra encantada
Actualmente la piedra se redujo y está rodeada por arena. Ahora casi descansa en la playa. Dicen que se achicó por el exorcismo que algunos conocedores de la materia le hicieron a la piedra.

Su origen data de la época de los años 50, dicen que gente que se acercaba, gente que desaparecía o moría ahogado.

Quizás haya existido un remolino, con la corriente y el fuerte oleaje de esa zona, arrastraba a la persona y la golpeaba contra la piedra ahogándola una vez que quedaba inconsciente y la misma corriente arrastraba el cuerpo mar adentro.

Grísseld LecunaGarcia/Bavaresco


Fuente:
Mi Puerto y sus leyendas urbanas. Contada por gente como uno. Grísseld Lecuna García. Fondo Editorial Carabobo. Pags. 16, 17, 18.

La segunda fotografía pertenece a Luis Heraclio Medina Canelón quien amablemente la cedió a la pagina de facebook  "Valencia en el tiempo" de Gladys Ramos.

jueves, 19 de julio de 2018

EL TIGRE Y LA LIEBRE....UNA HISTORIA DE REFLEXION

Esta historia interesante la leí de la psico-oncologa, Montse Parejo, en cuyo final nos regala una reflexión sobre este escrito.

Este joven tenía una gran decepción… Su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas. Al parecer, ya a nadie le importaba a nadie.

Y así comienza…

Un día, dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo. Le impresiono tanto al ver este hecho, que regresó al día siguiente para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual.

Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.

Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: “No todo está perdido… si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, más lo haremos las personas”.

Y decidió hacer la experiencia: se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.

Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono….su corazón estaba devastado, ya casi no sentía deseo de levantarse, entonces allí, en ese mismo instante, lo oyó…. ¡Con que claridad, Una hermosa voz, muy dentro de él, le dijo: “Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres sentir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente sé la liebre”.


Reflexión:
Puede ser que a lo largo de nuestra vida hayamos sido más tigres que liebres. Tomar conciencia de nuestra vida, de nuestro interior, de lo que pensamos y de lo que sentimos, nos transforma. La imagen que tenemos de nosotros está tejida de pensamientos de lo que creemos ser, no de lo que realmente  yo “soy”. No me canso de repetir que las cualidades que cultivamos en nuestra mente y en el corazón influyen poderosamente en nuestro bienestar físico y psicológico.

El desarrollar nuevas capacidades que nos lleven a poder percibir, actuar, pensar y sentir de otra manera no solo propicia una mejor salud  una mayor felicidad, sino que además como demuestran estudios actuales pueden modificar nuestra fisiología y nuestra neurología.
Hay muchas maneras de ayudar a los demás, a veces un simple gesto tiene mucha más fuerza de lo que podríamos imaginar. Ya lo decía el escritor León Tolstoi, “El que ayuda a los demás se ayuda a sí mismo”. Muchas veces delegamos en los demás lo que deberíamos hacer nosotros, si el otro no me ama, no me respeta o no me cuida como yo necesito, decimos “mi vida no vale nada” y no nos damos cuenta que somos nosotros, los que debemos darnos todas las atenciones, mi vida empieza y acaba conmigo, con la persona que vamos a convivir el resto de nuestra vida es con uno mismo.

Montse Parejo                                                                    

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco  

Fuente:

losrelatosdemontse.blogspot.com/2017/03/el-tigre-y-la-liebre.html

www.tengoseddeti.org/apuntes-del-camino/la-liebre-y-el-tigre/



miércoles, 18 de julio de 2018

DICEN POR AHI...CONNY MENDEZ


Conny Méndez (Caracas, Venezuela, 11 de abril de 1898 – Miami, Estados Unidos, 26 de noviembre de 1979). Su nombre completo era Juana María de la Concepción Méndez Guzmán.

La primera vez que escuche su nombre fue por un librito de metafísica que me regalo mi nana (te regalo lo que se te antoje). De allí quise saber más sobre ella comprándome toda su colección y supe que además de su labor en el campo de la Metafísica cristiana, era escritora, también productora de obras musicales tanto de carácter folklórico como de género clásico y de corte romántico. Este ser humano excepcional fue también actriz, directora, ensayista, caricaturista y autora de varias poesías. En su honor, a continuación les dejo una de sus tantas poesías, espero la disfruten.

Dicen por ahí que me volví loca

Dicen por ahí que me volví loca. Que siempre estoy sonriente.   Que me brillan los ojos. Que converso con las flores y bailo en mi jardín.
              
Dicen por ahí que creo en hadas y ángeles. Que abro las puertas y ventanas en las mañanas y les doy la bienvenida para que  inunden  hogar de luz, alegría y bendiciones.

Dicen por ahí que hablo de “raros asuntos”. Como trascendencia,   estar en presente, energía, Inmortalidad, sanación, conciencia….

Dicen por ahí que me volví loca. Que le enseño a la gente a percibir  la luz que brota de sus cuerpos…. Y que para colmo les muestro como se apaga cuando pensamos “feo”…

Dicen por ahí que me volví loca. Que no me rigen agendas ni horarios  Que a las comidas en mi mesa también les hablo y les digo: “Divino sustento, ¿Qué haces afuera? ¡Vamos pa’ dentro!”. Que todo me parece bien, perfecto y sincrónico. Que a lo adverso le busco lo bueno.

Que le abro las puertas por igual a creyentes y no creyentes. Que doy gracias cuando llueve y cuando hace sol. Que doy gracias cuando llega el transporte y cuando me toca ir un rato a pie también... Que lavo la ropa cantando y es igual cuando cocino, limpio y ordeno.

Que ¿cómo es eso de que las flores me “chismean” lo que a la Gente les pasa?... Aun así me siento tan cuerda y tan dichosa!... ¿Sera contagiosa esta “locura”?.

Conny Mendez

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco




Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Conny_Méndez

https://soyespiritual.com/nueva-era/dicen-por-ahi-por-conny-mendez.html                                

viernes, 13 de julio de 2018

OTRA HISTORIA PARA REFLEXIONAR

Hoy les entrego esta interesante historia de autor anónimo, que encontré en uno de los tantos papeles que tengo archivados en mi carpeta de "de todo un poco" . Quise ver si estaba completa y me dirigí a google y coloque el nombre de dicha historia, estaba completa pero con algunos detalles, por ejemplo yo la tengo con los personajes de un hombre y una sabia anciana; en otras esta un niño y su padre. En otra el titulo fue cambiado por "Los clavos del mal carácter". Pero al fin y al cabo todas tienen la misma reflexión

Los Clavos en la Puerta

Esta es la historia de una persona que tenía muy mal carácter. Un buen día, decidió pedir consejo a una sabia anciana del pueblo.

La anciana la escuchó con atención, le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, cada vez que se enfadara con alguien, debería clavar un clavo detrás de la puerta. También le indicó que cada vez que controlase su carácter podría desclavar uno.

El primer día, clavó 37, al día siguiente, fueron 25. Al tercer día, un poco antes de soltar su mal carácter pudo frenarse y clavo 17. Pronto la puerta se iba llenando de clavos. Pero, a medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos. Descubrió que era más fácil controlarse que clavar clavos para luego desclavarlos.

El día que ya pudo controlarse del todo se sintió muy feliz y fue al lado de la anciana a contárselo.

Ya no quedaban más clavos en la puerta y era un gran logro para esta persona, pero la anciana le dijo:

Has trabajado muy duro pero mira todos esos agujeros en la puerta. Nunca más será la misma puerta. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien, criticar o lastimar a alguien y luego hacer como si no hubiera pasado o retirar lo dicho pidiendo disculpas pero ya nada será igual. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. 

Ahora hace falta trabajar mucho más para que la puerta quede como nueva. Hay que reparar cada agujero y muy difícilmente lograrás que quede como antes porque la cicatriz perdurará para siempre”

(Anónimo)


Podrás insultar a una persona y retirar lo dicho, pero jamás podrás sanar las cicatrices que dejes en esa persona. Recuerda, piénsalo dos veces antes de decir las cosas.

Grìsseld LecunaG/Bavaresco


Fotos de Google.com