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lunes, 27 de agosto de 2018

EL COLECCIONISTA DE INSULTOS. UN CUENTO PARA REFLEXIONAR


Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario.

Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento, y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo:


Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros.

Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de sus casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron: 

-¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros? 

El viejo samurai repuso: 
-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?

-Por supuesto, a quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos. 

-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadió el maestro-. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

Reflexión:
¿Qué pasaría si no cedemos a provocaciones, insultos e intentos de humillación? No podemos cambiar la actitud de los demás, pero podemos elegir no entrar en el juego, y no caer en la provocación. 

Anonimo

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuente:
Cuento de autor anonimo
https://psicologia-estrategica.com/el-coleccionista-de-insultos/


viernes, 17 de agosto de 2018

MI URBANIZACION


En algún momento en el tiempo,  he podido sentir cierto aire de nostalgia al recordar a las personas que ya no están, como lo son mis familiares, amigos, conocidos; esa nostalgia me hace rememorar aquellos días bien disfrutados y me llevan también a calificar la etapa de mi vida. Debo reconocer que una de las más felices fue la de mi juventud, aunque no puedo omitir mi infancia, época en la que no existían responsabilidades, ni preocupaciones, ni maldad, ni prisa y parecía que el tiempo andaba más despacio que hoy en día. Pero mi juventud, eso fue y será lo más bonito que me tocó vivir. Recordar mis compinches, mis aulas de clases, mis compañeros, mis travesuras, mis amores….mi urbanización.


Avenida Principal Ramón Díaz Sánchez (1977),
mis compañeros de clase del 77
Como me resulta triste, penoso y hasta angustioso verla hoy día. “Mi Urbanización” así la llamo porque es mía, como mis pensamientos, como los recuerdos, casi todos buenos, porque los malos los he desechado y abandonados al olvido, pero, a pesar de todo el cariño que le tengo, debo reconocer que la casa donde pasé mi juventud, ya no es la misma, que la calle donde viví y que tanto amé ya no es mi calle. Pero, lo que no sé todavía es, ¿desde cuándo dejó de pertenecerme?, no puedo precisar cuándo la perdí.

Ella era pequeña pero con bastante terreno virgen, solamente con 3 calles y dos avenidas, cuyos nombres son de insignes personajes nacidos en mi Puerto querido, tales como: Augusto Brandt, un gran músico; Adolfo Prince Lara, eminente médico; Ramón Díaz Sánchez, reconocido escritor (autor de la novela Cumboto); otra con vista al mar: la avenida La Playa y la tercera que en estos momentos su nombre escapa de mi mente.

El Hotel cumboto de los años 70
Los que allí vivíamos solo teníamos de disfrute el majestuoso Hotel Cumboto, el mejor de su tiempo. En las noches pasear por sus calles, o reunirnos en algún “porche” de cualquier casa. Algunos tuvimos la dicha de que nuestros padres nos prestaran el carro solo en la urbanización, para que adquiriéramos experiencia; otros más audaces se escapaban e iban al centro y a otras urbanizaciones.

Recuerdo que nuestras calles eran cuidadas por una compañía de seguridad (El Guardián), era un único jeep con dos tonos de color gris (creo que su insignia era de un perro guardián o un águila), que recorría, tanto las calles nuestras como las de la urbanización de enfrente (Cumboto Sur); nos sentíamos súper resguardados; lo que no nos gustaba era que no dejaban que hiciéramos fogatas a la orilla de la playa, estaba prohibido.


Martes de carnaval 1974, buenos tiempos, cuando en
Cumboto  reinaban los amigos y los cocoteros...
Llegue a ella recién cumplidos los 15 años, allí hice buenos amigos y otros no tan buenos pero que ya ni los recuerdo, pues a mi mente llegan maravillosas tertulias, juegos y camaradería.

Como olvidar los campeonatos de béisbol que se hacían en la cancha deportiva (hoy día está el Colegio La Salle); el juego de martes de carnaval en la primera calle junto a la cancha de básquet, con guerra de bombitas de agua, nada de pintura o negro humo, solo agua. Éramos únicamente los de allí, nos reuníamos y gozábamos. Como lo disfrutábamos

Y como no traer a mi memoria a la familia Ramathon, Franzini, Ferrato, Aponte, D’Andrea, Pérez Candía, Pizzolante, Villacres, Flores, Rivero, Berrios, Zetans, Martel, Boerci, Benítez, D’lima, Rondón, Pérez Oviedo, Capuzzi, Rodríguez, Pierce, Tassoni, Matteo, Villasmil, Coronado, Ruiz, Calatrava, Lebrún, López, Pinto, Sánchez, Lacava, Núñez, Escalona, Estanga, Rojas, Crispi, Aquique, Ospina, Linares... quizás se me escapen algunos, pero bueno, dicen que los años no pasan en vano. Con el tiempo unos se fueron a otras ciudades, algunos volaron hacia tierras lejanas.....Luego llegarían otros a ocupar el espacio vacío.

Playa cumboto, año 1977,  aquí con mis amigos.
Nótese lo hermosamente limpia que se veía.
Recuerdo que en ese tiempo nadie se moría, o por lo menos era esporádico algún entierro. Recuerdo vagamente recién llegada allí la desaparición física de Fernandito, el hijo mayor de la familia Ramathon, en un accidente de auto regresando de los tambores de Borburata, creo que él tenía a lo sumo 20 años, no recuerdo bien. Personas mayores, muy pocas, el doctor Antonio D’Lima, lleno de vida y de repente, recién estrenando carro, le dio un infarto fulminante.


En mi urbanización éramos alegres, llenos de travesuras juveniles, un poco locas pero felices. Teníamos los llamados puntos de encuentro tales como la cancha de básquet, la esquina de Aka Mao (era el nombre de la casa de los Matteo), la acera de mi casa o en la entrada del hotel. ¡Que de recuerdos!

Entrada Hotel Cumboto
Al tratar de evocar aquellos tiempos agrios y tristes, solo veo un papel en blanco, no lo puedo procesar, pues como dije antes, los deseche y los mande al olvido, solo existe esa bella época, la de la década de los 70, donde me sentía aguerrida, fuerte, decidida a todo,  llena de matices, algunos con tropiezos y otros con aciertos. Y todo dentro de mi urbanización. 

Hoy puedo recordar mediante esta retrospectiva que ella dejó de pertenecerme el día que crecí, que me hice mujer, profesional y trabajadora. El día que descubrí que todo se manejaba por una política humana que todavía no comprendo, una política mal hecha y envidiosa que arrastra hasta el más pintado, donde se olvidan quienes son por obtener un poco más de sus ganancias……….

En un campeonato de béisbol (1977-78)  en la cancha de la
urbanización,  con mis amigos y la madrina
 de las Águilas de Cumboto Norte,
Hoy al pasear por sus calles, me siento extraña, ellas están abandonadas, conozco a muy pocos residentes, hay mucha gente nueva, solo quedan las casas y los recuerdos como fiel reflejo de una juventud vivida a plenitud que cuando la quiero ver de nuevo, solo cierro mis ojos y me traslado a aquellos hermosos episodios de una juventud sana, alegre, llena de tantas ganas, gente buena y luchadora, muchachos que nos hicimos en nuestra urbanización, la mejor de todas; Cumboto Norte.


Grísseld LecunaGarcía/Bavaresco




viernes, 10 de agosto de 2018

EL CEMENTERIO DE LOS PROTESTANTES, JUDIOS Y ALEMANES DE PUERTO CABELLO. SEGUNDA PARTE.

Después de realizar mi articulo donde comentaba sobre mi paseo por este misterioso, impresionante y alucinante lugar (un cementerio con una historia poca conocida – 14 de Mayo de 2016-), recibí algunos correos sobre personas cuyos ancestros fueron exhumados y otros que siguen en ese camposanto; unos querían saber si se podía visitar el lugar, si había una oficina que tuviera documentos de esas personas, si existía un listado para saber si en realidad allí estaban los restos de sus seres queridos. 


Pero al no tenerles respuestas, me vi en la necesidad de retomar el tema y debo confesarles que no conseguí casi nada que hablara sobre ello. 

Cuando estaba a punto de darme por vencida, me escribió una prima que anda en busca, como yo, de saber un poco mas de nuestros ancestros. Madeline, que así se llama, me comento haber comprado por internet un libro que hablaba sobre los cementerios de Venezuela, mas que todo de los extranjeros, y que allí había conseguido que en efecto, su tatarabuela (nacida en Inglaterra), estaba enterrada en el cementerio de los Ingleses de Aroa en el estado Yaracuy.

El caso fue que me envía por correo el índice del libro para que vea el contenido del mismo y noto que hay un capitulo que habla sobre el cementerio Alemán de Puerto Cabello. Enseguida le pedí me enviara ese capitulo. Quizás allí podría disipar esa duda respecto a las personas que allí yacían en su eterno descanso. Y así como encontré algunos pequeños errores, también encontré cosas muy interesantes, en síntesis, comento lo leído:

El cementerio de los Alemanes, mejor conocido como de los protestantes tiene una data de 1844, aunque el escritor de ese libro “Cementerios en Venezuela” comenta que fue de entre 1850 al 1860.  Esta edificación es  una de las que a la fecha se había mantenido impecable con un encanto misterioso que atrae. Aunque los estragos del abandono y la voracidad de los ladrones de tesoros históricos, durante años, hicieron lo suyo para destruir tumbas y robar verdaderas piezas de artes en ellas.

Desde sus comienzos hasta mediados del siglo pasado, no se ha encontrado documentación alguna, no hay libros de registros ni listados de las personas allí enterradas; aunque se habían recibido recientes entierros de alemanes de Puerto Cabello, de San Esteban y de otras nacionalidades y credos (ingleses, americanos, judíos y desde luego venezolanos). No existe, por lo menos a la vista,  algún documento que hable sobre estos sucesos.

¿Alguna explicación?, quizás la dé la misma historia conjuntamente con las lápidas que podrían muy bien tomarse como registros de las mismas, aunque hoy en día muchas han desaparecido.

Hanns Dieter Elsching, autor del libro que menciono al inicio, comenta que hizo un recorrido por entre las tumbas y tomo nota de las inscripciones encontradas. Entonces al unirlas con mis notas, pude realizar mi propio registro fúnebre. 


Y estos son los nombres que se pudieron recuperar:

- Isabel M. Brandt, 1869 – 1949
- Ricardo Kolster 1935
- Magdalena Kolster 1937
- Oscar Kolster  1865 - 1938
- Richard Kolster nació en 1831 Hamburgo y fallece en San Nazario en 1888
- Ana Luisa Römer Kolster 1897 – 1977
- Maria Kolster de Römer 1866 – 1958
- Henrique Gerardo Römer Kolster, nace el 8 de Julio de 1894
- Enrique van Baalen Römer, nace en 1861
- Henriqueta G. van Baalen de Römer 1863 -1941
- Margarita Römer Stürup nace el 29 de diciembre de 1894 y fallece el 3 de octubre de 1896
- Eduardo Römer Stürup 1900 – 1980
- Constanza Lucrecia Römer de Römer  1902 – 1984
- Isabel Römer de Baasch
-Rolf Baasch Römer (solo placa conmemorativa, ya que fallece en Creta en la II guerra Mundial)
- L. Ferdinand Baasch, nace en Hamburgo el 13 de abril de 1828 y fallece en 1865
- Karl Baasch 1885 – 1889
- Waldemar Baasch 1887 -1889
- Oswaldo Baasch 1882 – 1947
- Oscar Baasch 1857 – 1910
-Friedrich Behrens, Bremen 29 de Junio de 1874 – San Esteban 15 de Mayo de 1902
- Jacobo Salas Salas nació en Curazao (Padre de Henrique Salas Römer, ex gobernador del estado Carabobo)
- Christian Heinrich, nació en Hamburgo 1818 y murió 1872
- Juan Stüdemann (ilegible las datas)
- Christian Stüdemann nace el 17 de diciembre de 1836 – y fallece en 1895
- Franz Prahl 1880 – 1964
- Ana de Prahl, nace el 28 de Febrero de 1828 y fallece 12 de Junio de 1969

- Valesca Kock de Christiansen (ilegible las datas)
- Lothar Vollbracht 1873 – 1929
- Ingrid Vollbracht de Erdthmann (ilegible las datas)
- Agnes Frey (ilegible las datas)
- Federico Mathias Frey 1873 – 1922
- Peter Frei (de Bärenbach)
- Gerardo Mathias Frei Stürup 1913 – 1957
- Anna Franzen 1837 – 1935
- Amalia E. Hemsen y Magdalena Hemsen de Frey (fallecidas el mismo día, 04/02/1902)
- Socorro González de Sievers 1847 -1907
Christoph Ludwig Theodor Wittstein, 1840 – 1879 y su esposa Ana Wittstein 1867 – 1893
- Clara González de Simon (ilegible las datas)
- Emilio Simon, 1854 – 1901
- Guillermo Simon, 1853 -1908
- Francisca R. de Simon (24 julio 1830 -22 febrero 1922)
- Adolfo Ermen (judío), muere en 26 diciembre de 1906
- Francis Ermen, 1865 – 1867
- José Vaisinberg, nace en Briceya Bassararia el 17 de febrero de 1878  y fallece el 2 de diciembre de 1941
- Jacob Julien (ilegible las datas)
- John Worter, (de Escocia)
- Ami de Acosta (ilegible las datas)
- John Steven Hellier y señora
- Benjamín Maduro (de Curazao)
- Manuel Delgado (ilegible las datas)
- P. Ramírez Martínez (ilegible las datas)
- Romano Mazzocchin (ilegible las datas)
- Jaime Fiol (ilegible las datas)
- Sara Lobo, nace en 1868
- Renata Lobo de Polly, nace el 3 de Enero de 1837 y fallece el 11 de Noviembre de 1957

- Adela Pérez Bonalde (hermana del poeta venezolano Juan Antonio Pérez Bonalde)
- Carlos Larsen, nace en 1824.

- Familia McCarty (de Lamberyville):
    - Lewis B. McCarty, 1802 – 1852
    - Jhacke McCarty  (ilegible las datas).

Y entre las tumbas individuales y dobles, se encontraron los siguientes panteones familiares:


Panteón Familia Gramcko:
- Ema Gramcko de Baasch 1853 -1902
- Matilde de Gramcko (ilegible las datas)
- Isabel Gramcko (tía de Enrique Aristiguieta Gramcko)
- Carlos Gramcko (fue cónsul de Dinamarca e Italia)
- Dorotea Behrens de Gramcko 1826 – 1920

Panteón Familia Capriles:
- Joseph Capriles, nace en Curazao el 4 de Septiembre de 1797 – y muere en Puerto Cabello el 22 de Mayo de 1885 (el primer Capriles en llegar a Puerto Cabello)
- Isaac Capriles, nace en el año de 1883

Panteón Familia Alwin-Ponce, (de Inglaterra):
- María de Lourdes Alwin de Maier.

Panteón Familia Coll:
- Juan Coll  (ilegible las datas)
- Mina Behrens de Coll (ilegible las datas)
- María José Coll (ilegible las datas)

Panteón Familia Leefmans
- Adela P. de Leefmans
- Juan Leefmans

Panteón Familia Echeverría
Familia Archer, (de Swansea, Inglaterra)
Familia Moreau (de Borburata)
Familia Gómez.

Volviendo a la historia, es de hacer notar que la colonia alemana era fuerte y representativa en 1850. Pero llegó el ocaso de esta colonia, y con ella de muchos otros extranjeros y venezolanos de categoría, debido a los acontecimientos de la 1ra. Guerra Mundial y a la derrota de Alemania en 1918.

Fue así como nació la notoriamente conocida “lista negra”, no por propia iniciativa de Venezuela sino bajo presión de los aliados, que hizo imposible a los comerciantes alemanes continuar sus actividades comerciales e industriales en esta ciudad y muchos alemanes tuvieron que vender o simplemente dejar sus negocios, trasladándose hacia Valencia y Caracas, donde esperaban encontrar mejores posibilidades.

El cementerio de los protestantes que por muchos años dormía en desgracia y olvido, invadido, saqueado y violentado por personas miserables, y que gracias a la gobernación del estado Carabobo presidida (en aquel entonces cuando le hicieron las reparaciones), por Henrique Salas Römer; volvió a ser un digno monumento de épocas pasadas, encantando a sus visitantes.

Hoy en día vuelve a estar en la desidia y el olvido, a manos de delincuentes y saqueadores sin que esto afecte tanto a la comunidad como a sus gobernantes. Triste destino el que le espera…ojala me equivoque.

Grisseld LecunaG/Bavaresco

Fuentes:
.- Cementerios en Venezuela. Una historia narrada, ilustrada y compilada  por Hanns Dieter Elsching. Capitulo IX-A Cementerio de Puerto Cabello.  Págs. 112, 113, 114, 115.

.- Especiales gracias a Madeline Bruchez por hacerme conocer el libro Cementerios en Venezuela.

.- De mis notas personales y de mi blog “Blogriss, el blog de Grìsseld”, el articulo “Un cementerio con una historia poco conocida” del día 14 de Mayo de 2016.



     FOTOS

Romano Mazzocchin
Familia McCarty



Familia Leesmans






domingo, 5 de agosto de 2018

EL CEMENTERIO INGLES DE AROA Y SU LISTADO. SEGUNDA PARTE.


Tiempo después de terminar mi articulo que habla sobre la historia y mi visita a este camposanto, hubieron varias personas que me enviaron algunas apreciaciones, tal es el caso de mi amigo aroeño Ybrahin Oropeza y el de mi prima Madeline Bruchez (Bautista Bowen, sus apellidos de soltera), que al igual que yo, andamos hurgando en la vida de nuestros ancestros.


Tumba de Emma Bowen 1840 - 1920
Ella me comento haber comprado por internet un libro que hablaba sobre los cementerios de Venezuela, mas que todo de los extranjeros. Que allí había conseguido que en efecto, su tatarabuela Emma Bowen (nacida en Inglaterra), estaba enterrada en ese cementerio de los Ingleses. Madeline, nació en Estados Unidos, pero sus padres y demás familiares cercanos son de Aroa en el estado Yaracuy de Venezuela, pero desde hace mucho se abrieron paso en los Estados Unidos, y desde entonces viven allí. 

El caso fue que yo, ni corta ni perezosa le pedí que me lo enviara, ya que quería empaparme un poquito más de su historia y de las personas que allí estaban enterradas, y esto fue lo que encontré:

Tumba de Carolina de Prince (1908),
suegra de mi tio abuelo
 Pablo Bavaresco
La primera venta fue realizada el 04 de Febrero de 1832 a dos señores ingleses; Sir Phillipps y Sir Robert Ker Porter, de Londres, por un monto de 38.000 libras esterlinas. Ese año llegaron 200 ingleses a las minas y volvió la prosperidad a Aroa.

Este cementerio fue testigo de relatos históricos de la suerte que corrieron los empleados ingleses, no solo los muertos de la matanza de 1836, sino por el duro clima y por las condiciones de insalubridad de la zona, infestada por los zancudos transmisores de la fiebre amarilla y por los eventos de rebelión y masacres ejecutadas por los amotinados mineros. 

En los campos de Aroa, murieron muchos británicos al igual que irlandeses  que habían llegado acompañando a los ingleses. En aquella época se estimaron de entre 60 y 80 personas muertas por años. 


Mi amigo Ybrahin Oropeza me comento que los primeros cadáveres pudieron ser trasladados a Inglaterra, otros fueron llevados a Caracas, el resto fue enterrado en las tierras y minas de Aroa, en un área espacial del lugar conocida antiguamente como LA CASA DE TEJAS, donde actualmente esta ubicado este cementerio, y se contó un total de 1040 muertos, existiendo 400 sepulturas de los británicos, pero de todos ellos se rescataron en el 2005 para ser visitados y admirados, tan solo unos pocos nombres, tales como:

Louis Charles Dorey, 1892 (pertenecía al staff en las oficinas del ferrocarril La Quebrada, fallece el 3 de Mayo de 1892)

Emma Bowen 1878 - 1920, (quien es la tatarabuela de mi prima Madeline Bruchez)

Enrique Bowen 1925 (hermano de Emma)

Richard V.D. 1907 (trabajador del ferrocarril Bolívar)

Eleanor Grant Brown, 1898

W.L. Gordon Hall, 1892

William Griffin, fallece en Mayo de 1885 

Carolina Veroes de Prince 1908 (Madre de Flor Elena,  esposa de mi Tio abuelo Pablo Bavaresco de Windt)

Victor Manuel Prince 1921


I. Bousie, (Uno de los tres asesinados el 8 de Agosto de 1836 en medio de un asalto a una de las áreas administrativas del complejo de las minas de Aroa).

D. Kennedy (la otra persona asesinada el 8 de Agosto de 1836 en el asalto a las áreas administrativas del complejo de las minas de Aroa).

Charles Griffin (el tercer asesinado el 8 de Agosto de 1836 en el complejo de las minas de Aroa).

Edmond Lincoln Harper (quien nació el 3 de Agosto de 1850 en Hillsborough, county Down, Irlanda y fallece  en Aroa el 8 de Junio de 1891.


W.B. 1829


Gibson


Botonlye.


William Crislow 

T. Gillung, 1840

El escritor del libro Cementerios de Venezuela, Hanns Dieter Elsching una vez que visito este camposanto, comento lo siguiente: “Merece de verdad este parque hermoso y exhuberante de bosques, con sus maquinarias, talleres y el cementerio, regados a lo largo del Valle del río Aroa, la visita de turistas e interesados en la historia de Venezuela”. 

Hoy en día es lamentable no poder ir a visitarlo ya que los delincuentes que han invadido, saqueado y violentado algunas de sus tumbas, están a la espera de los turistas para despojarlos de sus pertenencias...¿Correrá el mismo destino de los demás cementerios del País?...Por Dios!! espero que no.


Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuentes:
.- Cementerios de Venezuela. Una historia narrada, ilustrada y compilada por Hanns Dieter Elsching. Capitulo IX: IX-E Cementerio de Aroa.  Págs.   178, 179, 180

.- Especiales gracias a Madeline Bruchez por hacerme conocer el libro Cementerios de Venezuela y a Ybrahin Oropeza por su aporte en el enriquecimiento de la historia de Aroa.


Asi se encuentra el camposanto