Paseándome,
como siempre, por el ciberespacio, me conseguí este hermoso cuento con un sencillo relato
que nos enseña a superar los malos momentos en nuestras vidas para seguir
adelante con nuestros sueños y nuestros ideales.
Si lo
internalizas podrás comprender que los días malos son tan valiosos como los
días buenos porque ambos te hacen crecer y echar raíces.
La Fabula del Helecho y el
bambú
El hombre quería cuidar su trabajo, y para hacerlo comenzó a intentar
distintas formas de sacar su taller adelante, pero ninguna daba resultado. Los
problemas económicos comenzaron a generarle problemas con su mujer, y los
niños, al verlos tristes y peleados, empezaron a tener dificultades en el
colegio.
El carpintero se sentía desanimado: nada de lo que hacía parecía tener
sentido, puesto que las cosas iban cada vez peor. Un día, a punto de tirar la
toalla, decidió ir al bosque a ver a un viejo sabio.
Había caminado una media hora por el bosque, cuando se encontró con el
anciano. Este tenía una casa humilde y al ver al carpintero lo invitó a pasar
para que tomaran un té. Notó la preocupación en su semblante y le preguntó qué
le pasaba. El carpintero le relató sus desventuras, mientras el anciano lo
escuchaba atenta y serenamente.
Cuando terminaron de tomar el té, el anciano invitó al carpintero para
que fuera a un esplendoroso solar que había en la parte trasera de la casa.
Allí estaban el helecho y el bambú, al lado de decenas de árboles. El anciano
le pidió que observara ambas plantas y le dijo que tenía que contarle una
historia.
“Hace ocho años tomé unas semillas y planté el helecho y el bambú al
mismo tiempo. Quería que ambas plantas crecieran en mi jardín, porque las dos
me resultan muy reconfortantes. Puse todo mi empeño en cuidarlas a ambas como
si fueran un tesoro”
“Poco tiempo después noté que el helecho y el bambú respondían de
manera diferente a mis cuidados. El helecho comenzó a brotar y en apenas unos
meses se convirtió en una majestuosa planta que lo adornaba todo con su
presencia. El bambú, en cambio, seguía debajo de la tierra, sin dar muestras de
vida.”
“Pasó todo un año y
el helecho seguía creciendo, pero el bambú no. Sin embargo, no me di por
vencido. Seguí cuidándolo con mayor esmero. Aun así, pasó otro año y mi trabajo
no daba frutos. El bambú se negaba a manifestarse”.
“Tampoco me di por vencido después del segundo año, ni del tercero, ni
del cuarto. Cuando pasaron cinco años, por fin vi que un día salía de la tierra
una tímida ramita. Al día siguiente estaba mucho más grande. En pocos meses
creció sin parar y se convirtió en un portentoso bambú de más de 10 metros
¿Sabes por qué tardó tanto tiempo en salir a la luz?”
El carpintero,
después de escuchar la historia, no tenía idea de por qué el bambú había
tardado tanto en manifestarse. Entonces, el anciano le dijo.
“Tardó cinco años
porque durante todo ese tiempo la planta trabajaba e echar raíces. Sabía que
tenía que crecer muy alto y por eso no podía salir a la luz hasta tanto no
tuviera una base firme que e permitiera elevarse satisfactoriamente.
¿Comprendes?”.
El carpintero,
entonces, comprendió que todas sus luchas estaban destinadas a echar raíces. Y
que el hecho de no ver los frutos de su trabajo en ese momento no significaba
que estuviera perdiendo el tiempo, sino que se estaba haciendo más fuerte.
“La felicidad te
mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen
humano. Las caídas te mantienen humilde. El éxito te mantiene brillante”
Esta historia debe recordarte que no
importa cuánto tarde algo en dar sus frutos. Lo más importante en un momento
difícil no es buscar a toda costa ver resultados.
En cambio, lo fundamental es trabajar arduamente en las raíces.
Pues sólo gracias a ellas podrás crecer y convertirte en la mejor versión de ti
mismo.
Grisseld
LecunaGarcia/Bavaresco
Fuente:
https://www.bioguia.com/entretenimiento/fabula-helecho-bambu_30102575.html?fbclid=IwAR2l71co6t1bnSgyjM1yTs0LhlO0bj0G8ASTgTryHAOMmqYTKD3jyJKuxxk
https://lamenteesmaravillosa.com/el-helecho-y-el-bambu-una-fabula-para-entender-la-resiliencia/
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