Existen
muchas historias, ya sean reales o ficticias, largas o cortas, leyendas que
datan de hace 100 años o cuentos actuales, que inspiran a muchos. No todas pero si la gran mayoría contienen una poderosa y
eficaz moraleja para hacernos pensar.
Con
estas tres historias que a continuación leerás, te darán mucho en que pensar
sobre las acciones que tomamos, de nuestros juicios y comportamientos y en
definitiva, sobre la vida.
Perritos a la venta
El dueño de una
tienda de mascotas colocó un letrero sobre su puerta que decía: "cachorros
a la venta".
Signos como este siempre tienen una forma
de atraer a los niños pequeños y un niño vio el letrero, se acercó al
dueño y le preguntó: "¿señor, por cuánto va a vender los
cachorros?"
El dueño de la
tienda respondió: "cada cachorro vale 50 dólares".
El niño sacó cambio de su bolsillo.
"Tengo 2.45 dólares", dijo. "¿Por este precio puedo
mirarlos por favor?"
El dueño de la tienda sonrió y silbó. Fuera
de jaula apareció Lady, una perrita que corrió por el pasillo de
la tienda, seguida por cinco pequeñas bolas de pelo. Un cachorro iba
considerablemente por detrás, caminando con dificultad. Inmediatamente, el
niño señaló al cachorro rezagado y cojeando y dijo: "¿qué le pasa a ese
perrito?"
El dueño de la tienda explicó que el
veterinario había examinado al cachorrito y había descubierto que tenía un
defecto en una pata. Siempre sería cojo.
El niño pequeño se emocionó. "Ese es
el cachorro que quiero comprar".
El dueño de la tienda dijo: "No, no te
voy a vender a ese perrito". Si realmente lo quieres, te lo
regalaré".
El niño pequeño se enojó bastante. Miró
directamente a los ojos del dueño de la tienda, señalando con el dedo, y dijo:
"No quiero que me lo regale. Ese
pequeño perro vale tanto como todos los otros perros y pagaré el precio
completo. De hecho, le daré 2.34 dólares ahora y 50 centavos por mes
hasta que lo tenga pagado por completo".
El dueño de la tienda respondió:
"Pero... nunca podrá correr, saltar y jugar contigo como los otros
cachorros".
Para sorpresa del
tendero, el niño pequeño se inclinó y se subió la pernera del pantalón para
revelar una pierna izquierda retorcida y lisiada, sostenida por un gran tirante
de metal. Levantó la mirada hacia el dueño de la tienda y respondió en voz
baja: "¡Bueno, yo no corro tan bien y el pequeño cachorro necesitará
a alguien que lo entienda!"
Moraleja: cada
persona en el planeta tiene una historia. No juzgues antes de que
realmente las conozcas. La verdad puede sorprenderte.
Una historia corta sobre una vida larga
Por Gutman
Locks
El hombre estaba totalmente deprimido.
Parado a un lado de la calle, hablábamos a través de la ventana de mi auto.
Su esposa lo había dejado. No tenía trabajo. Cada día era una
carga, y peor aún, él era una carga para el mundo. En sus propias palabras, era
"totalmente inútil".
Intenté animarlo con palabras de esperanza, pero él estaba firme
en su creencia. Lo dejé con algún pensamiento optimista, di una vuelta en "U" y
me alejé, feliz de pasar a algo más alegre.
De repente el hombre gritó, "¡Altooooo!". Apreté de
golpe los frenos justo en el momento en que pasaba a gran velocidad un camión
de mudanza. Y le dije: "Si usted no me hubiera gritado, en este momento
estaría muerto. ¡Unos segundos atrás usted se sentía inútil sin propósito en la
vida, y ahora ha salvado mi vida! A partir de este momento, cada buena acción
que haga también se le acreditará a su cuenta". Su cara se iluminó,
mientras los muchos meses de depresión se desvanecían.
Moraleja: Hay un amanecer, incluso las noches más
oscuras pasan. Nadie sabe lo que traerá el próximo momento y negar la esperanza
es negar el hecho -constantemente demostrado- que, "Esto también pasará."
Un muchacho de
unos 25 años que miraba desde la ventana del tren gritaba sin parar...
El padre sonrió y una joven pareja sentada cerca, miró el comportamiento
infantil del muchacho de 25 años con lástima, que de repente exclamó de
nuevo...
La pareja no pudo resistirse y le dijo al padre:
"¿Por qué no llevas a tu hijo a un
buen doctor? Su comportamiento infantil indica que tiene algún
problema."
El padre sonrió y dijo: "lo hice, y recién venimos del
hospital y de tratarle. Mi hijo estaba ciego de nacimiento y hoy es el
primer día de su vida que puede ver".
Moraleja:
Una vez más, otra historia que anima a no dejarse
llevar por los prejuicios, ya que cada persona es un mundo.
Grísseld
LecunaGarcía/Bavaresco
Fuentes: