La tradición de regalar huevos como
símbolo de vida y fertilidad comenzó mucho antes de la Era Cristiana, pero
fueron justamente los cristianos quienes le otorgaron un significado de
religiosidad.
Y todo
empezó debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la
Cuaresma, no podían comer, entre otras
cosas, huevos ni productos lácteos. Los seguidores de esta
tradición guardaban los huevos, y para mantenerlos frescos los bañaban con una
fina capa de cera líquida. Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de
la iglesia de su ciudad y los regalaban. Con el tiempo, la Iglesia Católica fue
cambiando las tradiciones, y hoy solamente recomienda la abstinencia de carne los viernes de
la Semana Santa.
Los huevos de pascua, entonces,
representan la resurrección y la vida de Jesús. Todo esto, además, en el marco
de los primeros días de la primavera, estación del año particularmente fértil,
lo cual le da un significado adicional.
Originalmente entre los siglos 17 y 18, los huevos estaban hechos de cartón y cubiertos de satén. Luego fueron de huevos de tortuga o de pato decorados con colores brillantes. Toda la familia se reunía para decorarlos y luego los regalaban a parientes y amigos cercanos. Con el tiempo la tradición tuvo algunas variantes como por ejemplo, esconder los huevos para que los niños de toda la familia los encuentren.
Originalmente entre los siglos 17 y 18, los huevos estaban hechos de cartón y cubiertos de satén. Luego fueron de huevos de tortuga o de pato decorados con colores brillantes. Toda la familia se reunía para decorarlos y luego los regalaban a parientes y amigos cercanos. Con el tiempo la tradición tuvo algunas variantes como por ejemplo, esconder los huevos para que los niños de toda la familia los encuentren.
El conejo de Pascua es uno de los
símbolos de la festividad de la Pascua que representa nacimiento, esperanza de
vida. Antes de Cristo, el conejo de Pascua era un símbolo de fertilidad, ya que
cuando llegaba la primavera el primer animal en salir de las madrigueras era el
conejo y, por su gran capacidad de procreación.
Dicho conejo, es visto por los niños como un personaje que se encarga de esconder los huevos de Pascua y, que deben de ser buscado por ellos.
Es por esto que, teñidos, pintados, en plástico o de chocolate, es una buena celebración que debe incluir la recolección, por parte de los niños, de estos famosos huevos de Pascua.
Los huevos de chocolate son una innovación relativamente reciente.
Comenzó a principios del siglo XIX en Francia y Alemania principalmente, y se trataba de huevos macizos, ya que la técnica para hacer los huevos huecos no estaba desarrollada. Cada huevo era decorado con más chocolate o con flores de azúcar.
Dicho conejo, es visto por los niños como un personaje que se encarga de esconder los huevos de Pascua y, que deben de ser buscado por ellos.
Es por esto que, teñidos, pintados, en plástico o de chocolate, es una buena celebración que debe incluir la recolección, por parte de los niños, de estos famosos huevos de Pascua.
Los huevos de chocolate son una innovación relativamente reciente.
Comenzó a principios del siglo XIX en Francia y Alemania principalmente, y se trataba de huevos macizos, ya que la técnica para hacer los huevos huecos no estaba desarrollada. Cada huevo era decorado con más chocolate o con flores de azúcar.
La innovación tecnológica de los
siglos XIX y XX perfeccionó la chocolatería y la repostería en general, y ello
permitió que los huevos de pascua se puedan hacer de forma masiva y se vuelvan
populares en todo el mundo.
Grisseld LecunaG/Bavaresco
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