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martes, 2 de febrero de 2021

EL LEGENDARIO MERCADO MUNICIPAL DE PUERTO CABELLO

El Mercado Público, mejor conocido y recordado como Mercado Municipal, y que hoy pocos lo evocamos, tiene una tradición de más de 100 años de funcionamiento. La generacion pasada recuerda que allí había de todo, desde tomarse una cebada o un delicioso toddy hecho por Assunta de Saraullo, como comprarse un traje de novia o un sombrero en la tienda de Ella Hoffman, el Señor Núñez y su venta de carne, la chicha de ajonjolí, las gallinas que vendía el Señor Carmeloen.

Mercado Municipal (Circa 1888)

El exquisito aroma del café La Hormiga al llegar al puesto del Señor Edmond Lameh, el olor a goma de la tienda Balalu del Señor Oñate, el puesto de comidas de Emilio Castro y Freddy Jimenez, el Señor Ramos con su puesto de víveres, la quincalla del Señor Freites, los puestos del Señor Tomás Andara y del Señor Añez, el famoso ajonjolí que vendía el Señor Castro. Allí, donde podías reparar tus zapatos o comprarlos, en fin, era una gran tienda por departamento.

Mercado Municipal (circa 1900)

Este centro de comercio, fue inaugurado en el año de 1886 por el Concejo Municipal del Distrito Puerto Cabello, situado en las aéreas comprendidas entre las calles Bolívar, Plaza, Independencia y Mercado. 

Anteriormente en ese terreno por varias décadas se instalaban los campesinos de regiones cercanas que traían sus productos agrícolas para expenderlo directamente a los consumidores.

El Nuevo Edificio

En su zona exterior con casillas para expendios de alimentos: pulperías, refresquería, cafeterías, leche cruda, pan, arepas y fritangas; igualmente permitieron su uso para ventas de mercancías secas ofrecidas a sectores familiares de bajos recursos. 


Mercado Municipal (circa 1905)

La zona interior la ocuparon expendios de carnes diversas: bovinos, caprinos, porcinos y aves en la parte central: los laterales se destinaron a negocios de víveres, verduras, etc.  

El incendio

El 2 de febrero de 1930 alrededor de las nueve de la noche, un incendio voraz destruyó parte del edificio. Según investigaciones,  este suceso se originó por un corto circuito en el área de una casilla ocupada por un comerciante extranjero especialista en mercancías secas, donde con materiales de fácil combustión como lo fue sus techos y la madera del lugar, propiciaron la extensión de las llamas que destruyeron tres arcadas de cemento armado y varios cubículos donde almacenaban víveres resinosos. 


Mercado Municipal (circa 1920)

En pleno incendio se comenzó a aglomerar la gente y la policía tuvo que dispersar a planazos a un grupo de intrusos y a rateros que intentaban saquear los pequeños negocios de víveres. Según el regidor, algunos sujetos burlando la vigilancia policial, lograron apropiarse de jamones, paquetes de caraotas, arroz y otros granos, así como pescado salado, enlatados y varios productos que cargaban en sacos elaborados con ramas de fibra vegetal conocida como fique. 

Mercado Municipal (circa 1936)

En horas de la madruga y gracias a la ayuda de los presos de la "corrección" y de algunos voluntarios que transportaban agua salada desde la playa cercana hacia el edificio, pudieron dominar las llamas. 

Los ocupantes de las zonas afectadas, fueron conducidos a un viejo almacén cercano a la zona portuaria, propiedad del señor Avelino Martínez. En ese lugar duraron hasta 1935 cuando nuevamente regresaron a su anterior sede. 

Este mercado cumplió extraordinariamente sus funciones durante más de un siglo. 

Mercado Municipal (circa 1970)


A principios de la década de los 90, en consideración al crecimiento de la ciudad, fue demolida su edificación y el mercado fue mudado a una moderna y cómoda construcción situada a la entrada de la urbanización Tejerías, contando con un gran estacionamiento y varios locales comerciales, pero sin el éxito de tiempos pasados.

Mientras que en el terreno anterior, donde estuvo dicha casona, se construyó un centro comercial cuya arquitectura no cuadraba con la armonía del lugar. 

Altos de la edificación del Mercado Municipal de Tejerías, rodeado de toldos
correspondientes al mercado libre de los sábados, hoy dia trasladado a la
Urbanización Popular de Santa Cruz.

Luego se convirtió en un antro de malandros y prostitución, por lo cual fue derribado debido a las tantas denuncias efectuadas por la población, dejando un terreno baldío que luego paso a ser un estacionamiento de exhibición por algún tiempo, siendo manejado por Imacult (Instituto de Cultura), hasta el año 2013, donde pasa a pertenecerle a Imatur (Instituto de Turismo), ambos correspondientes a la Alcaldía Bolivariana de Puerto Cabello.

Este mercado, que durante muchos años fue el eje del movimiento comercial porteño, para el año 2008 solo quedaban 2 carnicerías. Hoy en dia la desidia, la soledad y la apatía, son las dueñas de este legendario mercado.


Grísseld lecunaG/Bavaresco


Fuente:

Puerto Cabello, pinceladas históricas. Miguel Elias Dao. Págs, 11 y 12

www.entornointeligente.com/mision-imposible-meterle-mano-al-mercado-municipal-de-puerto-cabello/


Fotografias:

    Memorabilia Porteña

    Mi Puerto Cabello (fotos con historias y sin ellas tambien)


 

 


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