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miércoles, 20 de octubre de 2021

EL PRIMER BALNEARIO PORTEÑO

No muchos porteños saben que el primer balneario que tuvo la ciudad de Puerto cabello fue el de El Palito.

Pero, ¿Cómo surgió esta iniciativa? ¿Qué consecuencias trajo para que se construyera dicho balneario? Y, ¿por que?. Pues bien, hoy daremos respuestas a estas preguntas... Lo primero que haremos será retroceder en el tiempo:


 Balneario “El Palito”

En abril de 1888 se inauguraba oficialmente el ferrocarril Puerto Cabello – Valencia por la compañía del Ferrocarril inglés; esto constituyó uno de los proyectos más importantes ejecutados en nuestra ciudad durante el último cuarto del siglo diecinueve.


Esto permitió la movilización de un significativo volumen de carga y pasajeros al centro del país, pues hay que recordar que dicho ramal conectaba con el ferrocarril alemán hasta Caracas.

Estación El Palito del antiguo ferrocarril inglés Pto. Cabello a Valencia. Al fondo la playa homónima.
 

Esta construcción causó algunas molestias a la población porteña, una de ellas fue la que surgiría entre la gerencia y la municipalidad, entonces presidida por don Carlos Brandt Caramelo, que exigía el levantamiento de los rieles colocados de manera “provisional” en la calle Municipio. 


Pero entre un problema y otro, el asunto fue resuelto a favor de los empresarios ingleses por intervención del Presidente Crespo; me imagino que para los porteños esta decisión no fue muy satisfactoria.

Balneario El Palito

Para octubre de 1923, el señor W. A. Littell, administrador de la compañía, le escribe al ministro de Obras Públicas para informarle que tenían el propósito de embellecer la estación del ferrocarril de El Palito, manifestando deseaban como complemento establecer “una playa de baño”, tal como se acostumbraba en algunas poblaciones europeas. 


Puesto que el proyecto implicaba la ocupación de una parte de la playa de propiedad nacional, se solicitó el permiso correspondiente, para lo cual presentaron planos. Para 1924, el ejecutivo no vaciló en autorizar el proyecto para fundar un establecimiento de baños en la playa situada frente a dicha estación.


Chalet Berta

Es así como se convertiría El Palito en el primer balneario que tendría la ciudad, circunstancia ésta que dará paso al surgimiento de establecimientos de recreo, entre los que se recuerda al Chalet “Berta”, en el que las familias del puerto y otras venidas de Valencia, acostumbraban a temperar disfrutando del paisaje marino de nuestro pedacito de cielo.

 

Grisseld LecunaG/Bavaresco


Parte trasera del Chalet Bertha, al fondo se ve la playa
 

Balneario El Palito. A la derecha se divisa a medias, la famosa piedra negra


Fuente:

Visiones del viejo puerto. José Alfredo Sabatino Pizzolante. Volumen II. Balneario El Palito. Pags  71 – 74. Rivero Blanco Editores.

Fotografías:

Memorabilia Porteña

Google.com

 

 

miércoles, 6 de octubre de 2021

LA FUENTE DE LAS SIRENAS DEL MALECON... ADIVINANDO SU HISTORIA.

 

Tratando de buscar por medio de libros y voces del tiempo que hablen del significado de la fuente ubicada en el medio de nuestro malecón porteño, el cual en sus inicios llevó el nombre de Paseo Francisco de Miranda, construido en la década de los años 50 por el Concejo Municipal de Puerto Cabello, presidido por Don Miguel Urbano Taylor, inaugurado bajo el mandato del entonces presidente General Marcos Pérez Jiménez el 1ro de Enero de 1955 y donde se aprecian solo a dos mujeres desnudas sentadas, una sobre sus pies y la otra sobre sus aletas; mirando tímidamente de reojo al mar Caribe y en su centro una especie de jarrón doble por donde sale el agua que casi las roza con sus gotas de agua dulce.

 


Alguien me comento cuando era pequeña que eran dos hermanas gemelas. Una de ellas era muy desobediente y se metió al mar en la noche convirtiéndose así en sirena.

 

Pero no me quedé con ese cuento y seguí buscando... entre búsqueda y búsqueda pude armar lo que para mi hasta ese momento, era la historia de esta simbólica fuente. Quizás no sea la verdadera, pero, ¿Quién la sabe? Me encantaría conocer el cuento real y saber el nombre del escultor de esas maravillosas estatuas.

 


La fuente relata desde su creación la historia de una mujer que se enamoró locamente de un Marinero, cuyo barco mensualmente llegaba a los muelles porteños a dejar mercancías para el pueblo. El amor de esa mujer era tan inmenso que no podía soportar la idea de tener que esperarlo cada vez que debía surcar los mares.

 

Y sucedió en una época de Semana Santa donde era prohibido bañarse en las playas por varias teorías de monstruos e incluso hechizos. Una de las tantas leyendas que vienen a mi mente y que las viví en mi época de juventud era que el Viernes Santo no se podía bailar, ni tomar bebidas alcohólicas y mucho menos bañarse en el mar pues te convertías en pez.

 


Ella, la chica, desconsolada pues tenía varios meses que su amado no aparecía, tomó la decisión de bañarse en la playa, justamente un Viernes Santo, para sentir junto al mar el calor de su hombre adorado, pero al desobedecer las reglas de esa teoría de la naturaleza, la incontrolada mujer se convirtió en sirena. Es por esa razón qué hay dos estatuas en la fuente, una con pie y la otra con aleta. 


Al fin la verdadera historia

Pero hasta allí no llegó mi búsqueda, debo decir que la verdadera historia me encontró a mi y fue cuando me contactó Maria Taylor, nieta del entonces Presidente del Concejo Municipal (cargo que hoy es conocido como Alcalde),  quien muy amablemente me sacó de mis dudas. 

La fuente esta basada en la historia de La Sirenita de Hans Christian Andersen, escritor danés, y que fue donada a Puerto Cabello por Dinamarca a su abuelo Miguel Angel Urbano Taylor quien además de Presidente del Concejo Municipal de Puerto Cabello, era Vice Cónsul de Dinamarca, quien fue el responsable de la construcción del Malecón.


Grísseld LecunaG/Bavaresco


Fuente:

Voces que el tiempo y la vida me permitió escucharlas y asi poder contarlas.

Gracias a Maria Taylor, nieta de Don Miguel Urbano, por aclarar mis dudas con la verdadera historia de la fuente.