Hoy
estuve leyendo (como siempre) algunos blogs y me consegui una pagina titulada circoviral.com y vi un escrito que me
llamo la atención pues hablaba sobre las personas que son enterradas vivas sin
ninguno saberlo, es decir ni sabia el medico y menos el supuesto muerto. Me pareció algo aterrador; por fortuna, gracias a los avances de la tecnología
médica moderna, es muy difícil que esto suceda.
Octavia Smith Hatcher (1869-1891) |
Sin
embargo, el caso al que hacían referencia en la página nombrada, es uno que sucedió
en la ciudad de Pikeville, Kentucky, en los Estados Unidos, cuando no se conocía
el proceso de embalsamiento.
Asi
pues, esta historia de Octavia Smith
Hatcher se inicia durante la década de 1800, cuando se produjo un brote de
una enfermedad mortal, desconocida. Asoló a toda la comunidad, especialmente a
la población de niños pequeños.
Entre las víctimas de la enfermedad estaba Jacob Hatcher, que era el
hijo pequeño de Octavia. Jacob se enfermó y murió en enero 1881.
Octavia estaba devastada por su pérdida, y esto la sumergió en una profunda depresión. Con el tiempo ella se enfermó, y entró en coma. En mayo de ese mismo año, el preocupado esposo de Octavia llamó al médico local. Cuando llegó, éste la declaró muerta por causas desconocidas. Debido a que el embalsamamiento no era una práctica común en la época, y era un verano particularmente caluroso, Octavia fue enterrada rápidamente.
Alrededor de una semana después, más gente de la ciudad
comenzó a tener la enfermedad que ella tenía. Sin embargo, las otras personas
despertaron de sus estados de coma después de un tiempo.
Al darse cuenta de lo que quizás había pasado, James, el marido de Octavia fue a desenterrar el cuerpo. Lo que descubrió cuando abrieron el ataúd fue un espectáculo de puro horror. Resulta que Octavia, de hecho, todavía estaba viva cuando fue enterrada.
El interior del ataúd estaba rayado y despedazado. Su cara mostraba lo aterrorizada que estaba, obviamente, antes de que finalmente falleciera. La tragedia fue abrumadora.
Después de hacer este horrible descubrimiento, el esposo de Octavia la volvió a enterrar en la misma tumba. Para honrar su memoria, y sus terribles últimos momentos de vida, él colocó un monumento sobre su tumba que aún sigue en pie. (En la foto).
Esto es absolutamente escalofriante. Algunos creen que la misteriosa enfermedad que Octavia tenía fue causada por la mosca tsetsé africana.
Imagínense cómo el marido de Hatcher debió haberse sentido al darse
cuenta que su esposa estaba viva, echándose la culpa de lo que le había hecho (accidentalmente)
a su amada esposa. ¡Qué tragedia!.
Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco
http://circoviral.com/enterrada-viva/
James, Octavia y Jacob |
Tumba de Octavia |
No hay comentarios:
Publicar un comentario