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Cementerio de los Protestantes y Judíos.
(también llamado Cementerio de los Alemanes) |
Siempre desde niña me ha llamado la atención el Cementerio de los
Alemanes o
Protestantes en Puerto Cabello; es
una edificación hecha en el año de 1844, y en cuya entrada se puede leer "Sit Tibi Terra Levis", que significa “que la tierra te sea leve” (o
ligera), un epitafio muy usado en la época imperial romana, es una frase en
latín que rememoraba poéticamente un mensaje al difunto. Un deseo de bien a los
que partían hacia el descanso eterno.
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Maria, Sara y Mari, mis compañeras de
travesía, a la entrada del cementerio |
Hago un alto aquí para
recordar que el desaparecido cementerio católico que fue erigido en el sector
de la urbanización Tejerías en el año de 1838, tenía en la entrada la siguiente inscripción; "Transierunt omnia illa tamquam umbra, et tanquam nuntius percurrens".
Luego al
Cementerio Municipal, le fue otorgado el mismo epitafio pero en traducción del español "Pasaron como sombras, como viajeros en posta".
Como no he podido hallar
mucho (o quizás no he buscado bien), sobre la historia de este cementerio protestante,
Yo les contare la mía.
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Mari, Humboldt y Yo |
Hace algún tiempo, por allá por
los 8O, estaba con tres de mis amigas haciendo “turismo central” (un domingo
cualquiera que nos dio flojera ir a la playa), y en una de esas tantas vueltas a la ciudad, pasamos
justo por el frente de esa edificación y se nos ocurrió entrar, ver cómo era,
matar la curiosidad ya que lo único que sabíamos era que allí enterraban a los
alemanes que vivían en San Esteban… Pues bien, lo hicimos, estaba la reja
abierta y entramos sin pedir permiso, no vimos gente cuidándola.
Para ese
tiempo ya la habían remodelado, y leí que había sido la arquitecta venezolana
Sara Atiénzar que junto a su esposo, un ingeniero civil, con su propia
constructora y oficina de proyectos, partió al rescate no solo del cementerio
sino del Casco Histórico porteño.
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Alexander von Humboldt |
Entre las restauraciones estaban también, la Iglesia
del Rosario, la Catedral de San José, el Fortín Solano y la espectacular Quinta
Villavicencio, una mansión del siglo XIX, ubicada en San Esteban pueblo.
En dicha remodelación del
camposanto, le habían hecho, en toda la entrada, una placita donde colocaron un monumento a Humboldt, una estatua de cuerpo entero, tamaño normal, y allí estaba él, muy cómodamente sentado sobre una piedra.
Dicen, y que la estatua del Barón esta mirando
el camino hacia San Esteban, aunque yo lo vi mirando el pasto que habita en sus
pies y aunque sonríe, hay mucha tristeza en su mirada, yo creo que esta así por no haber podido conocer el pueblo cuando en el año 1800 nos visito.
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Foto actual del cementerio (tomada en Mayo del 2015) |
Una vez dentro vimos lo
pulcro y bien cuidado que estaba ese recinto a pesar de que databa de hacía más
de 130 años.
Se podía apreciar el majestuoso mármol, algunos rotos otros
agrietados, quizás al caerle algo pesado, una piedra o una pisada muy fuerte; hierros
forjados con arabescos cuyo salitre, a pesar de lo cercano al mar, no los habían
dañado en lo más mínimo, solo en la pintura que se veían desgastada.
Angeles, Jesucristos,
mini obeliscos, vírgenes, cruces, las letras incrustadas sobre el mármol,
algunas solo sombras en señal de que allí hubo en un tiempo una letra; los
epitafios ...... hermosos epitafios, que años aquellos donde si existía el romance…!!
Yo estaba super encantada.
Seguimos
caminando cual único pasillo cuesta arriba, conversando y leyendo epitafios,
años y nombres, entonces me di cuenta por lo que pude
leer que algunos apellidos no permitían dudas de sus raíces judías
y me sirvió también para darme cuenta, además, de la huella de estos apellidos en la vida del puerto y las relaciones
comerciales …..
Allí, había una mezcla de apellidos que no solo eran alemanes, también habían ingleses, holandeses, Irlandeses….. Por nombrar algunos
que observé: Capriles, Romer, Kolster, Baasch,
Gramcko, Starke, Polly, McCarty, Lessmans, Alvins, Ponce, Mazzocchin, Prahl, Larsen, Lobo..........
Y quería seguir viendo y
leyendo hasta llegar a la cima, pero el miedo nos invadió y preferimos
desalojar ese camposanto.
Hoy día no se puede hacer
eso, existen personas que la cuidan y me imagino que hay que pedir permiso e ir
con unos cuantos escoltas pues me han comentado que el vandalismo se pasea de
vez en cuando por allí.
De lo poco que conseguí en el internet decía que
en el siglo XIX esa necrópolis estaba destinada a ser la última morada de los
judíos y protestantes que no eran aceptados en los camposantos de las Iglesias Católicas que para ese entonces eran administradas por ellos mismos.
Me imagino que al sentir la negatividad de los
curas, un grupo de alemanes, presidido por su fundador, el Señor Gellert (del cual poco se sabe), se reunieron en el pueblo de San Esteban, compraron la
parcela y fundaron el Cementerio de los Alemanes o Protestantes que hoy, a 172 años de
construido, sigue tan erguido y fuerte como los huesos que yacen allí.
Para algunos nos queda el recuerdo de la visita al camposanto y para otros, sus familiares, les quedará el recuerdo de esas almas que vivieron y que luego estuvieron un tiempo allí de reposo, esperando que "la tierra le fuera leve" para así alzar el vuelo a la eternidad.
Grisseld LecunaG/Bavaresco
Fuentes:
- Fotografias; Glauber Rojas Avila / Grisseld Lecuna Bavaresco
- http://www.habitatplus.com.ve/venezuela/sara-atienzar-y-su-arquitectura-con-adn/
- Los Alemanes en Puerto Cabello y San Esteban: Lucrecia Moller/Adolfo Aristiguieta Gramcko. Puerto Cabello 1996. Pag.15. Fundación Ramón Díaz Sánchez
MAS FOTOGRAFÍAS (actuales año 2015)
Decía Mario Briceño Iragorry en AVISO A LOS NAVEGANTES:
"Hemos llegado a matar nuestros propios muertos. . .Nuestros viejos cementerios fueron
destruidos y vendidos, algunos con cenizas y todo..."
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Familia Capriles |
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Romano Mazzocchin |
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El viejo Cementerio (católico) municipal de Puerto Cabello |
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Esta bella y emblemática escultura en bronce de Humboldt en Puerto Cabello,
lamentablemente fue hurtada por chatarreros para su fundición en mayo de 2018.
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