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domingo, 13 de enero de 2019

¿FUE EL LÓBULO O LA OREJA COMPLETA?


En 1888, en la ciudad francesa de Arles, se produjo un evento que se convertiría en una leyenda moderna: un extranjero llegó a la puerta de un burdel y le entregó a una de las chicas un paquete que contenía un pedazo sangriento de su propia carne.
El hombre se llamaba Vincent van Gogh. En ese momento, era un pintor desconocido y sin éxito, pero llegaría a ser uno de los artistas más célebres de todos los tiempos. 

Fue encontrado en su cama a las 7 de la mañana en la víspera de Navidad acurrucado en posición fetal y con la cabeza envuelta en trapos empapados de sangre. El policía que lo halló pensó que estaba muerto.
Vincent van Gogh llegó a la edad de 35 años a la antigua ciudad de Arles a solo unos 30 kilómetros de la costa mediterránea francesa, cuando era un artista fracasado que huyó de las burlas de París hacia un mundo más brillante y, según creía, más puro.
En esa localidad se sucedería el incidente más famoso en la historia del arte moderno; Van Gogh, se había cortado una oreja….pero, ¿En realidad se la corto toda o solamente fue el lóbulo?

El misterio siguió en pie por mucho tiempo hasta que una historiadora se empecinó en desentrañarlo.
Por pura curiosidad
La historiadora de arte Bernadette Murphy se mudó a Provenza en 1983, donde quedó fascinada por las historias que circulaban sobre el extranjero más famoso de esos lares, Vincent van Gogh. 

Bernardette Murphy
Le sorprendió descubrir lo poco que se sabía con seguridad acerca de la noche en que se dice que se cortó la oreja.

Ella se preguntaba: “¿No hay registros policiales o médicos? ¿Cómo es que hay tanta ambigüedad?".
Y así comenzó la aventura.
Desde 2010, se dedicó por años a investigar en las oficinas de registro de la ciudad, las bibliotecas y los archivos de Arles, y más allá.

Nada seguro

Su primer instinto fue entender la escena del crimen, el estudio de artistas más famoso de todos los tiempos. 
La casa Amarilla
"La casa amarilla" fue la inspiración de algunas de las pinturas más memorables de Van Gogh y del estudio donde pintó muchas de sus obras maestras.
Estaba en el extremo norte de la ciudad, en Place Lamartine, hasta 1944, pero fue bombardeada en la guerra.
Respecto a los acontecimientos esa noche de 1888, contaba con lo reportado en la prensa local. "A las 11.30, un hombre llamado Monsieur Vincent apareció en la puerta de un burdel en la Rue du Bout d'Arles. Preguntó por una chica llamada RachelCuando ella llegó, le entregó su propia oreja cortada”.
Pero, ¿se podía confiar realmente en esos informes? En unos su nacionalidad era holandesa, en otros, polacaTres versiones dicen que la oreja estaba en un paquete, otra, que la sostenía en su lugar en su cabeza. La mayoría dice que Rachel era una prostituta, pero una dice que trabajaba en un café.
Con tantas inconsistencias, Bernadette quiso descubrir qué era cierto, incluso si lo era el hecho de que se había cortado la oreja. Es algo que todos creemos saber acerca de Van Gogh, pero los principales expertos del mundo no estaban convencidos de que eso es lo que realmente sucedió.

Datos avalados


En Ámsterdam está el centro del mundo del artista, el Museo Van Gogh, fundado por sus descendientes. 

El cuarto de Van gogh
El magnífico museo alberga la colección más grande del mundo de sus pinturas, y recibe la visita de casi 2 millones de personas al año. En su centro de investigación, está la evidencia que ponía en duda la historia sobre la oreja: una carta del pintor Paul Signac, quien visitó a Van Gogh poco después de su lesión.
"Lo vi la última vez en Arles en la primavera de 1889", dice.
"Ya estaba en el hospital de la ciudad, pero el día de mi visita estuvo perfectamente bien, y tenía la famosa banda alrededor de su cabeza y un sombrero de piel. "Unos días antes, se había cortado el lóbulo de la oreja"
Además, aparentemente apoyando esa versión, hay un dibujo de Van Gogh en su lecho de muerte hecho por el médico que lo atendió un año y medio más tarde. 
En el mismo se ve a Vincent Van Gogh acostado con los ojos cerrados y la parte superior de la oreja perfectamente intacta. 
Es decir, por un lado hay una declaración de un testigo ocular, y otra de un testigo presencial, ambas indicando que Van Gogh se cortó el lóbulo, no la oreja entera.
Pero ahí también están todos los periódicos de la época, diciendo que se cortó la oreja.

¿A quién creerle?


Para las autoridades en el tema, las del Museo Van Gogh, la primera versión siempre fue la aceptada: el pintor se cortó sólo un pedazo del lóbulo.
¿Entonces todo el asunto fue un evento menor que fue exagerado con el tiempo?
En sus autorretratos vemos los ojos fijos de un hombre muerto a los 37 años, cuya visión era simplemente demasiado intensa para el mundo.
Si no se cortó la oreja, ¿toda su historia esta basada en una mentira?

El hombre que llegó a Arles tenía 35 años y muchos antecedentes que dejaban entrever un alma torturada. Nacido en 1853, hijo de un ministro protestante holandés, aquellos cercanos a él sospechaban que podía estar mentalmente enfermo. No pudo mantener carreras como comerciante de arte, pastor o asistente de enseñanza. En lugar de personas respetables, se sentía atraído por los campesinos y las pobres mujeres de la calle, las únicas personas que toleraban su personalidad extraña y fanática.

Hubo alguien que siempre estuvo a su lado: su hermano menor, Theo. Él era un exitoso comerciante de arte, y fue él quien le ofreció una nueva carrera como pintor.
Sin embargo, no pudo vender ninguna de sus primeras obras.
En febrero de 1888, cuando se mudó a Arles, Van Gogh era un pintor fracasado, totalmente dependiente de su hermano.
Las cosas, sin embargo, mejoraron mucho en Provenza.
Emprendió excursiones diarias por el campo en busca de inspiración para un nuevo tipo de arte, y la encontró. Abandonó completamente los grises y marrones del norte de Europa, y en el sur de Francia descubrió un mundo completamente nuevo y deslumbrante.

Una nueva forma de pintar.
Le escribió a Theo que había encontrado el futuro del arte moderno. Y soñó que todo un movimiento de artistas pronto se uniría a él en una misión compartida.
¿Qué fue lo que convirtió a este Vincent soñador optimista en un paciente mental capaz de autolesionarse?

Otro personaje crucial en esta historia provee algunas pistas.
En las semanas previas a que sucediera el sangriento evento, Van Gogh había estado viviendo con un gran artista: el notorio Paul Gauguin quien era un pintor muy apreciado, complicado e interesante, pero también muy engreído.
Van Gogh era uno de sus admiradores y cuando se le ocurrió convertir la Casa Amarilla en la sede de la hermandad de artistas que crearía ese futuro del arte moderno, en el primero que pensó fue en Gaugin.

Este es el retrato en el que Gauguin pintó a Van Gogh pintando girasoles.
Pasó semanas escribiéndole para convencerlo de que se uniera en su utopía. Pintó "Los girasoles" para decorar el dormitorio de Gauguin.
Pero el verdadero Gauguin no podría haber sido más diferente al ideal de Van Gogh. Era un ex banquero astuto, publicista y adúltero en serie que al llegar a Arles se encontró con una persona difícil y sin autoestima.
Gauguin sólo había ido porque Theo le había pagado, y a los pocos días le empezó a escribir a sus amigos de París diciéndoles: "Tengo que salir de aquí. No puedo soportarlo más".

El sueño de fraternidad de Van Gogh estuvo condenado desde el principio. No solo él y Gauguin tenían diferentes personalidades, sino que también estaban en desacuerdo respecto al arte.

Sus sueños de la fraternidad artística se estaban convirtiendo en pesadillas, y estaba perdiendo el control de su frágil salud mental.

 Van Gogh recibió la noticia del compromiso de su hermano el 23 de diciembre, el mismo día que Gauguin le dijo que se iba.
Para él, Theo era su mejor amigo. Era su apoyo emocional y financiero. Si la noticia le hizo temer que iba a perderlo, eso habría contribuido a su crisis mental.
¿Fue este el momento en que Van Gogh perdió su control sobre la realidad?

Rachel


Bernadette Murphy contaba con todos estos conocimientos. Pero al menos dos aspectos le parecían confusos: el primero era Rachel, la chica a la que Van Gogh fue a buscar esa noche.
Conocer su identidad podría ayudar a entender qué lo llevó a buscarla. Se concentró en el último lugar donde vieron a Van Gogh la noche que se cortó la oreja: la Rue du Bout d'Arles, a solo 100 metros de la Casa Amarilla.
Se sabe que Van Gogh era un usuario frecuente de burdeles, pues él y su hermano hablaban abiertamente de eso en sus cartas. Era parte integrante de la vida de un hombre del siglo XIX.

"En la Francia del siglo XIX, los burdeles estaban regulados por el Estado. Les llamaban Casas de Tolerancia". "Las prostitutas y las madamas eran registradas en el censo de la ciudad, con delicados eufemismos por sus trabajos, como "limonadier" que puede ser alguien que dirigía un burdel o alguien que vendía limonada. "A las prostitutas las registraban como fille soumise o mujer sumisa".

Limonadier y fille soumise eran los eufemismos que se utilizaban para
que no quedaran en los registros oficiales como "madame de un burdel"
o "prostituta".
Bernadete, sin embargo, se topó con una pista que empezó a aclarar todo: un viejo artículo de prensa citaba al policía que asistió a la escena del crimen diciendo que el nombre de la chica era Gaby. Al revisar de nuevo los registros y notó que muchos de los nombres de las prostitutas aparecían seguidos por las palabras "dite Rachel", "'Llamada Rachel'. No era su nombre real. Es solo un apodo. Así que tal vez Gaby era su verdadero nombre".
En Arles en 1888 había 31 mujeres llamadas Gabrielle o Gaby. 

Tras múltiples callejones sin salida y frustraciones, Bernadette leyó en un libro poco conocido sobre Van Gogh: "Rachel, que se llamaba Gaby, murió en 1952 a la edad de 80 años". Sólo una Gaby o Gabrielle había muerto ese año a esa edad.

¿Sería ella a quien Van Gogh vio esa noche?


La historiadora logró descubrir que sus descendientes viven fuera de Arles y, aunque el tema era delicado, le confirmaron bajo condición de anonimato que su antecesora Gabrielle era aquella a la que siempre llamaban Rachel en la historia de Van Gogh.

Bernadette también descubrió después que Gabrielle no era prostituta sino una chica que limpiaba no solo en el burdel, sino también varios de los lugares favoritos de Van Gogh en Plaza Lamartine.
En el Arles de 1888 había 31 mujeres que podían ser Gaby.
La chica a la que Van Gogh fue a buscar esa triste noche parece haber sido una amiga, no su prostituta. Una amiga a quien probablemente conoció en París, pues Bernadette encontró más tarde evidencia de que Gabrielle había sido enviada al Instituto Pasteur en enero de 1888 para ser tratada por la mordida de un perro rabioso.
También descubrió una carta de Van Gogh en la que menciona a las niñas pobres tratadas por rabia en esa institución.
"Van Gogh siempre se sintió atraído por las personas en dificultades, ángeles heridos a los que él quería ayudar. Además, alimentaba fantasías como el martirio de Cristo por los pobres", señaló Bernadette. "Parece como si, en su angustia, viera el entregarle su oreja a Gaby como un acto de auto-sacrificio y compasión".
Eso es difícil de comprobar, pero ya había descubierto la identidad de Rachel; un paso más cerca a saber qué pasó esa noche.

El café nocturno en la Plaza Lamartine en Arles" de Vincent Van Gogh. La Plaza Lamartine era su sitio preferido y
 Gabrielle limpiaba varios de sus cafés
En lo profundo de los archivos del Museo Van Gogh, la historiadora encontró una carta de 1955 en una vieja revista. Un lector había cuestionado a la revista Time por haber dicho en un artículo sobre Vincent van Gogh que se había cortado su oreja entera.
El hombre insistía en que sólo se cortó el lóbulo, como todo el mundo sabía gracias a Paul Signac. La oficina editorial de la revista le contestaba que cuando Irving Stone, el autor del libro en el que se basó la película, investigó el suceso en Arles, visitó al doctor Félix Rey.
"El Dr. Rey era el único hombre que aún estaba vivo que había visto a Vincent van Gogh", subrayó Bernadette. Y luego, la carta decía algo aún más extraordinario: "El Dr. Rey dibujó un diagrama médico para Irving Stone, que más tarde firmó y que ahora tiene en su poder el señor Stone".

Un testigo sin igual


Félix Rey fue el médico que trató la lesión de Van Gogh durante su estadía en el hospital, y se hicieron tan amigos que lo pintó. No podía haber mejor testigo de lo que le pasó a la oreja del pintor.

Y era posible que existiera el documento que le dio al escritor de Hollywood Irving Stone. El archivo de Irving Stone se guarda en Berkeley, California, y Bernadette se estuvo comunicando con el archivista David Kessler, intentando rastrear el esquivo dibujo de Félix Rey.

Carta del Dr. Rey (1)
Bernadette viajó a San Francisco y estalló en llanto cuando Kessler le mostró "esa pequeña y delgada hoja de papel, tan elocuente". "La firma definitivamente es del Dr. Félix Rey. Está fechado el 18 de agosto de 1930 y es increíble, es un dibujo de antes y después".
"Estoy feliz de poder brindarte la información que me pediste sobre mi infeliz amigo Van Gogh", se lee ahí. "Espero que glorifiques el genio de este notable pintor. Cordialmente, Dr. Rey'".

En el papel aparece el dibujo de una oreja con una línea punteada y se dice que la oreja se cortó con una navaja siguiendo la línea punteada.
Luego hay otro dibujo con el aspecto de lo que quedó.

Carta de Dr. Rey (2)
"Documenta que se extrajo toda la oreja. Debe haber sido algo increíblemente doloroso... lo que estaba pasando por su mente en ese momento debe haber sido terrible", comentó Kessler.
 "He estado trabajando en esto por un tiempo, y cuando ves algo así te das cuenta de cuán realmente horrible fue lo que sucedió... la violencia del acto", dijo, conmovida, Bernadette.

Brillante y trágico


Bernadette Murphy llevó una copia del documento para su verificación al Museo Van Gogh.
El hallazgo no daba cabida a la ambigüedad.Encontrar nueva evidencia sobre Van Gogh es raro, y más aún la prueba final de que se cortó la oreja.
Pero cuando la emoción se apaga, queda una historia profundamente inquietante. No es una anécdota de arte trivial, sino un momento angustioso para un hombre desesperado.

Lo que sucedió esa noche en la Casa Amarilla fue muy perturbador. Ahí estaba él, solo, rodeado de todas esas increíbles pinturas que no podía vender.

"Aquí descansa Vincent van Gogh", dice la lápida del glorioso pintor, enterrado al lado de su hermano Theo.
Pensó en su vida, tomó una navaja de afeitar y se cortó la oreja de arriba abajo. Cortó la arteria detrás de la oreja, y más tarde se encontraron trapos que había usado para tratar de detener el flujo de sangre.
Pero, en lugar de llamar a un médico, escondió la herida debajo de un sombrero y se preparó para salir. Envolvió la oreja cortada en un periódico y se dirigió a un burdel.

El cuadro que pintaba Van Gogh el día que se pegó un tiro dice de su suicidio, Van Gogh terminaría con su propia vida solo 18 meses después.

Ese año brillante pero trágico en Arles nos dejó imágenes que electrifican el mundo, y ahora podemos entender mucho mejor que ese "peligroso loco" y esa supuesta "prostituta" fueron personas reales y sufrientes.

Grìsseld LecunaGarcía/Bavaresco


Fuentes:
*Este artículo está basado en el documental de la BBC "The Mystery of Van Gogh's Ear", en el que la BBC acompañó a Bernadette Murphy en sus pesquisas. La historiadora publicó en 2016 el libro "Van Gogh's Ear: The True Story".




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