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lunes, 18 de diciembre de 2023

UNA PEQUEÑA MORALEJA NO CAE NADA MAL

Hoy les dejo, faltando algunos días para saltar al 2024, una simpática historia que encierra una interesante moraleja, espero les guste.

Y comienza así:

Una Señora muy distinguida estaba en un avión viniendo de Suiza. Viendo que estaba sentada al lado de un simpático cura, le preguntó:


– ¿Discúlpeme, Padre, ¿le puedo pedir un favor?

– ¿Claro, hija, ¿Qué puedo hacer por ti?

Es que yo compré un tensiómetro analógico muy caro para mi esposo que es médico. Yo realmente sobrepasé los límites de la declaración y estoy preocupada con la Aduana. ¿Será que Usted podría llevarlo debajo de su sotana?

Claro que puedo, hija, ¡pero tú debes saber que yo no puedo mentir!

– Ah, Usted tiene un rostro tan honesto, Padre, que estoy segura de que ellos no le harán ninguna pregunta.

Y le dio el tensiómetro.

El avión llegó a su destino. Cuando el Padre se presentó en la Aduana, le preguntaron:

– Padre, ¿Usted tiene algo que declarar? El Padre prontamente respondió

– Desde lo alto de mi cabeza hasta mi cintura, no tengo nada que declarar, hijo.

Encontrando la respuesta algo extraña, el chequeador de Aduana preguntó:


Y de la cintura para abajo, ¿Qué es lo que usted tiene?

– Yo tengo un equipo maravilloso, pero que nunca ha sido usado.

Muerto de risa, el chequeador de Aduana exclamó:

– Puede pasar, Padre. ¡El siguiente...!


MORALEJA: La inteligencia hace la diferencia. No es necesario mentir, basta escoger las palabras correctas.


Grísseld LecunaG/Bavaresco


Fuente:

Publicado por Anahí Michel en la pagina Quora.com (12 diciembre 2023)


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