La canción «Gracias a la vida» ha asomado como una de las
contradicciones más grandes de la compositora: Violeta Parra; resulta paradójico que la autora de un himno de amor
por la existencia, se suicidara un año después de escribirla.
Algunos críticos de su obra perciben en la letra, en el estilo de musicalización, en los tonos usados y en la monotonía de sus temas, el reflejo de un estado de ánimo depresivo y una canción de despedida.
Esta canción también es
considerada de manera instantánea un “himno humanista”, un aleluya a los dones que nos consiente la genética
biológica: la vista, el sonido, el lenguaje, la marcha, el corazón, la risa y el
llanto.
En las siete estrofas de la canción, se dedica a agradecer la
existencia por las diversas bendiciones que ha recibido. Cada estrofa comienza
con el motivo que impulsa la canción «Gracias a la vida que me ha dado tanto».
La última estrofa es la única que cuenta con seis versos y es abierta y cerrada
por el verso principal de la canción.
Violeta y su padre Nicanor Parra |
Violeta
del Carmen Parra Sandoval, nació un 04 de Octubre de 1917 en San
Carlos, región de Chillán, al sur de Chile. Fue
una cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada una de las principales folcloristas en América y gran
divulgadora de la música popular de
su país, a la que enriqueció con su obra.
Con su hija Isabel |
Hija
del profesor de música Nicanor Parra Parra y de la campesina Clarisa Sandoval
Navarrete, Violeta tuvo cinco hermanos y dos medio hermanos.
Desde pequeña se
inició en el canto y en 1942 obtuvo el primer lugar en un concurso organizado
en el Teatro Baquedano.
Viajó por todo el país y estuvo en contacto con la
realidad social. Asumió la izquierda como postura política y se dedicó a
indagar en las raíces de la música popular.
Con su hijo Angel |
Procreo
4 hijos; Isabel (Violeta Isabel
Cereceda Parra) y Ángel (Luis Ángel Cereceda Parra), frutos de su matrimonio
con Luis
Cereceda. Esta unión no tardó en presentar inconvenientes, dado el carácter
inquieto y lleno de distracciones de Violeta.
Luis Arce |
Y de su segundo matrimonio con Luis Arce, tuvo a Carmen
Luisa Arce Parra y Rosa Clara
Arce Parra, quien fallecería a muy corta edad.
Violeta viajó por
varios países de Europa en la década de los 50 y a su regreso pasó por Francia
donde grabó temas del folclore de Chile para el sello musical Le Chant Du
Monde.
Violeta y Gilbert Favre |
En 1956 la designaron
directora del museo de Arte Popular de la Universidad de Concepción. En
1964 organizó una exposición individual sobre su obra plástica en el Museo del
Louvre (París).
Durante la época de los 60’s, conoció al gran amor de su vida,
el antropólogo y musicólogo suizo Gilbert
Favre, con quien vivió en Ginebra, pero también se convirtió en
el destinatario de sus más importantes composiciones de amor y desamor: Corazón maldito; El gavilán,
gavilán; Qué he sacado con quererte; y por supuesto “Gracias a la vida”, entre otras.
Regresa al país sola pues Gilbert no lo hace, dejándola por consiguiente.
Ella se encuentra con un Chile diferente, está confundida y descubre que su
hija Rosita Clara ha muerto y nació su primera nieta. Le dedica varios cantos a
su hija y expresa el profundísimo sentimiento de culpa por haberla
abandonado. Este es uno de los factores que
la habrían llevado a darle a este libro una faceta depresiva y, posteriormente,
al suicidio.
Estatua de Violeta Parra en su San Carlos natal. |
En Bolivia,
Favre conoce a Indiana Reque Terán, con quien se casa. Violeta en Chile
ignoraba su matrimonio; en 1966 viaja para reencontrarse con él, y lo encuentra casado. Se presume que esa es otra
de las tantas noticias que sumió a Violeta en la depresión y que provocaría su suicidio al año siguiente.
Su vida estuvo caracterizada por el sufrimiento y el dolor de distintos
factores, tales como los constantes engaños de los hombres en su vida. Por otro
lado, toda su vida estuvo repleta de muertes, comenzando con su hermano Polito,
que también causó una depresión en su madre,
más la muerte por tuberculosis de su padre quien tenía un grave alcoholismo.
El 5 de febrero de 1967, en Santiago
de Chile, sola y ahogada por la depresión, a sólo unos meses después de grabar la
colección de canciones titulada “Las últimas
composiciones”, donde esta “Gracias a la vida”, ella se encierra en su carpa y, al filo de las
seis de la tarde, se dispara un tiro mortal en la sien derecha.
Cartel de la película basada en el libro de su hijo Angel Parra |
Tenía cuarenta
y nueve años. Algunos aseguran que fue víctima de una
profunda depresión y que además, influyeron factores económicos.
La muerte de Violeta sorprendió
a su familia y al mundo.
Jamás imaginaron que se suicidaría.
Jamás imaginaron que se suicidaría.
“Me falta algo, no sé qué es. Lo
busco y no lo encuentro. Seguramente no lo hallaré jamás”, manifestó Violeta
a un periodista luego del lanzamiento de su último disco.
Las razones tal vez
nunca se sepan, pero su legado artístico permanecerá por siempre.
Grísseld LecunaGarcía/Bavaresco
Gracias a la vida
[Video oficial] Voces unidas por Chile -
Fuente:
GRANDE VIOLETA: INSPIRA A LA JUVENTUD PARA QUE SIGAS POR LAS SENDAS DE LA MÚSICA...
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