miércoles, 13 de febrero de 2019

MUJERES CUYAS VIDAS AMOROSAS TERMINARON EN TRAGEDIA


Dice el dicho que nadie se muere de amor. En ocasiones hemos sentido dudas respecto a nuestros sentimientos y relaciones. Las preguntas surgen de una manera tan impresionante que nuestras mentes deben detenerse a pensar en lo que está sucediendo e intentar apaciguarlo, Pero no siempre sucede así.
A continuación cinco mujeres famosas, bellas, algunas millonarias y otras de ficción pero todas experimentaron una depresión causada por un corazón roto, lamentablemente no pidieron ayuda y decidieron quitarse la vida.
Alfonsina Storni 

Nacida en Suiza y nacionalizada Argentina,  pasó a ocupar un lugar destacado en el panorama literario hispanoamericano. Aunque tuvo un espíritu fuerte y decidido, conoció la soledad y la angustia, lo que la llevo a padecer de neurosis.

Abrumada por una profunda tristeza fruto de la pérdida de su amor y gran amigo Horacio Quiroga, y la renuencia de su enfermedad (cáncer terminal), la sumieron en una profunda depresión. 

Luego de escribir su último poema “Voy a dormir” y dos cartas, una para su hijo y la otra para el diario La Nación; Alfonsina se dirigió hacia la playa y se internó caminando en el mar hasta que las olas le cortaron la respiración. Esta sepultada en la Chacarita.


Isabel de Segura

Joven rica heredera del siglo XIII, se enamoró de Diego Martínez de Marcilla quien apenas poseía dinero en sus bolsillos. Ante una diferencia tan clara en su condición social, la familia de Isabel dio un margen de cinco años al muchacho para conseguir hacer fortuna. Y así paso el tiempo y se cumplieron los 5 años pero nunca hubo noticias del enamorado.

Aunque Isabel nunca dejó de pensar en él, su padre decide planificar el enlace de su hija con un hombre de noble casta y poder sin igual. Poco antes de anunciar el desafortunado casamiento, Juan Diego de Marcilla ya partía rumbo a Teruel con la fortuna amasada. Al llegar se cruza con un lugareño que le informar del flamante matrimonio de su querida Isabel. Desesperado e incrédulo ante la situación, el joven corrió hasta el hogar de la nueva pareja. Como si de una furia se tratara, entró a los aposentos de la novia y le pidió un beso de amor. Un gesto que ella rechazó por su nuevo estado. Pues sobre todas las cosas, Isabel era mujer decente.

Ante el dolor del despecho, don Diego falleció de amor. Durante el funeral, Isabel se acercó al cuerpo de su amado y le cedió el beso que le había negado en vida. En ese preciso instante, la joven cayó también muerta sobre el cuerpo de Diego. Al conocer la historia de su desafortunado romance, las dos familias decidieron enterrarlos juntos, para que así pudieran descansar en paz durante toda la eternidad. Como siempre quisieron. Desde entonces, en España se les conoce como los amantes de Teruel.


Julieta Capuleto

Una niña de 13 años que se enamora perdidamente de Romeo Montesco, y que a pesar de la oposición de sus familiares (las dos familias se odiaban a muerte) deciden casarse clandestinamente y vivir juntos; sin embargo la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades la conducen a pedirle ayuda al Fray que le aconseja que huya con Romeo, le comenta que le dará una fórmula para dormirla y así pensaran que esta muerta, luego él acudirá al cementerio junto con Romeo a rescatarla, para que así puedan huir los dos enamorados juntos. Todo estaba organizado pero la carta donde explicaban a Romeo los detalles no llego nunca a sus manos. 

Romeo recibe noticias de la muerte de Julieta y decide ir a comprar un veneno que acabe con su vida, había decidido morir por amor, llega al cementerio y ahí estaba el otro prometido de Julieta que el papá de ella le había asignado, ahí ambos se baten con la espada, Romeo sale triunfador.

Finalmente, Romeo creyendo que Julieta estaba muerta, se toma el veneno y le da un último beso de amor, luego de una hora ella despierta de su sueño profundo, observa que junto a ella estaba muerto su amado, se da cuenta que se había tomado un veneno, ella decide unirse en la otra vida con Romeo, besa sus labios que aún tenían algo de veneno y finalmente se clava una daga para acabar con su vida. 

Cuentan que ese día, el sol de Verona estuvo oculto todo el día y las familias de los dos enamorados pudieron vencer su viejo odio.  

 Jeanne Hébuterne

Era una joven artista, pintora y modelo, amable, tímida, tranquila y delicada, quien amo con locura al pintor y escultor Amedeo Modigliani, quien vivió con él en unión libre desde que ella tenía 19 años.

En otoño de 1918 la pareja se mudó a Niza, en la Riviera francesa, donde según el marchante de Modigliani residía una comunidad de ricos aficionados al arte que apreciarían su pintura. El 29 de noviembre de 1918, en una clínica obstétrica de Niza, donde también trataban de superar la avanzada meningitis tuberculosa de Modigliani, Jeanne trajo al mundo a una niña a la que daría su mismo nombre. La pequeña fue entregada al nacer a una institución, para asegurarle unos cuidados que sus padres no podían darle, pero no fue dada en adopción.  

Cuando muere Modigliani, a los 35 años, Jeanne no pudo soportar la ausencia de su amado y al día siguiente de su muerte se lanzó por el balcón de su  casa desde un quinto piso. 

Era el año de 1920, tenía 22 años, y estaba a punto de dar a luz a su segundo hijo. Su primera hija Jeanne, tenía 15 meses. La hermana de Modigliani, que vivía en Florencia, acogió a la pequeña Jeanne y la crió



Miroslava Stern

Miroslava Šternová Beková, fue una actriz y diva mexicana de origen checoslovaco, perteneciente a la Época de Oro del Cine Mexicano y musa de Luis Buñuel. 

Tenía fama de entablar amoríos con sus compañeros de películas, así pues tuvo romances, entre otros, con Pedro Armendariz, Pedro Infante, Cantinflas y uno muy sonado, con el torero Luis Miguel Dominguin, el padre de Miguel Bosé. 

Este romance fue muy publicitado, así Luis Miguel Dominguín y Miroslava inician su romance en 1954. 

Desarrollaron un tórrido romance donde el torero le prometió amor eterno, boda y hasta le dio un anillo. 

 
Pero unos meses mas tarde, el matador español anunciaba su boda con la italiana Lucia Bosé. 


Miroslava no pudo soportar otro desengaño mas a su vida (su primer matrimonio fracaso pues al parecer su esposo era homosexual), se encerró en su habitación y se tomó una buena dosis de barbitúricos. 

Su ama de llaves la encontró muerta. Había dejado una carta para su padre y otra a su hermano. Y una campanita de plata para Dominguín.


Nadie está preparado para perder a alguien que amó tanto pero con esfuerzo y lucha se entiende que esto es parte del camino de la vida y no tiene de malo equivocarse, cometer locuras y actos no muy bien vistos.

Pero lamentablemente, no todos ven la vida de esta manera; aunque de algo si estoy segura y es que, algunos si mueren de amor.

Grìsseld LecunaGarcía/Bavaresco

Fuentes:








jueves, 7 de febrero de 2019

BLANCA CARRILLO TROCONIS Y SU PICO BOLÍVAR


Luego que Enrique Bourgoin y Domingo Peña conquistaran por primera vez las cumbres del Pico Bolívar aquel mítico 05 de enero de 1935 y que la suiza Dorly de Marmillord, hiciera lo propio al convertirse en la primera mujer en coronar la cima en septiembre de 1944; le tocó el turno a Blanca Josefina Carrillo Troconis de Ponte de ingresar a las páginas doradas de la historia del Pico Bolívar al convertirse en la primera mujer venezolana que encumbró el Pico Bolívar, formidable hazaña que quedo registrada el 7 de febrero de 1946.


Para los montañistas venezolanos como para los extranjeros, el Pico Bolívar representa la cumbre más significativa del país, tanto por ser la más alta, como por el nivel técnico de escalada para poder coronar su cumbre.


Una proeza que se dio en una época donde este tipo de retos era exclusivamente de hombres. Solo hay que imaginarse la mole de hielo y el mar de nieve que cubría el pico para ese momento y los recursos con que contaban los alpinistas para entender el legado histórico de la valiente y audaz mujer venezolana.


Libro de autógrafos y fotos  de Blanca
Blanca Josefina, Hija de Rómulo Carrillo y Blanca Troconis, nace el 04 de marzo de 1924, y a pesar de ser de familia andina, Trujillana, dicen que nació circunstancialmente en Tucupita, Delta Amacuro ya que su padre fue gobernador de ese estado por un tiempo; aunque en los registros de la nación, consta que nació en Cabudare, Estado Lara. 

Blanca llevó a cabo su heroicidad en compañía de sus hermanos Leopoldo y Juan Vicente con el apoyo económico de la gobernación del Territorio Delta Amacurola razón por la que el financiamiento fue dado es porque se trataba de una suerte de carrera en la que los competidores oriundos de cada estado debían rescatar el escudo de su estado natal, ella aprovechó esto ya que a diferencia del estado Mérida, el Delta Amacuro no tendría contrincante que rescatara su escudo.

Junto a sus hermanos
A pesar de las limitaciones sociales para las mujeres de la época, Carrillo, se planteó el reto de subir al pico más alto del estado, cuya altura es de 4.983 metros sobre el nivel del mar. A pesar de no estar dentro de los registros oficiales, la historia local reconoce el legado de Blanca Josefina Carrillo, quien representa un hito para la época y en particular para la mujer venezolana, a través de esta amplia muestra artística, ingresando, luego de seis épocas a la Exposición Permanente de Andinistas.

“La montaña me ha enseñado que nada es un regalo y que todo se logra con esfuerzo y sacrificio, pero todo vale la pena cuando esto implica la satisfacción tan grande de lograr tus metas”.

Acta de bodas de Blanca y Juan Bautista
Se casó con Juan Bautista Ponte Martínez, en la ciudad de Mérida el 6 de Noviembre de 1946. 

Uno de sus hijos lleva el nombre su hermano, Leopoldo.


Blanca Josefina  fallece en el año 2012, en el estado Lara.

En nuestra historia existen hazañas que no están en ningún libro de historia, no lo enseñan en las escuelas y solo quedan en la memoria de aquellos que se apasionan con algún deporte o con la historia de su país y nuestro deber es mantenerla, conmemorarla y reconocerla ya que es más que un estilo de vida, es un ejemplo de fortaleza e ímpetu que enaltece así la fuerza de la mujer venezolana. 

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuentes:








martes, 5 de febrero de 2019

LOS SANTOS, SU AMISTAD Y ALGUNAS DE SUS BREVES HISTORIAS.


En estos días llegó a mi Facebook un artículo sobre la amistad entre los santos, y en mi religión (soy católica, apostólica y romana),  existen muchísimos (santos), los cuales si les soy sincera, no los conozco a todos.  

Pues, me puse a leerlo y me entere de que algunos son hermanos gemelos, otros son esposos, amigos de la infancia, alumnos, profesores, en fin; me pareció chévere y decidí comentárselos, tomando los dibujos del blog Aleteia en su articulo titulado “Cuando los santos son amigos.. 10 historias inigualables”  y le amplié la información de cada uno de ellos para mejor entendimiento de su lazo de amistad.

1.- Felicidad y Perpetua:

En el año 202, una joven mujer rica de 22 años, llamada Perpetua, fue arrestada y acusada por cristianismo junto con su esclava  Felicidad (también conocida como Felícitas), y otras tres personas más (sus esclavos: Revocato, Saturnino y Segundo).

Ante su negativa a adorar a los dioses paganos, fueron condenadas a muerte en el anfiteatro. 

Ambas eran madres jóvenes y fueron llevadas juntas a la cárcel martirizándolas para luego ser decapitadas. 

Los tres esclavos fueron arrojados a los leones. 

Esto sucedió en la ciudad de Cártago, en África.

2.- Cosme y Damián:
Los dos hermanos gemelos Cosme y Damián, médicos de profesión, célebres por su habilidad en el ejercicio de su profesión y por su costumbre de prestar servicios desinteresadamente. Después que se hicieron cristianos, espantaban las enfermedades por el solo mérito de sus virtudes y la intervención de sus oraciones... Los dos hermanos fueron torturados, quemados vivos y, como sobrevivieron, fueron decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 d. C.

Coronados tras diversos martirios, se juntaron en el cielo y hacen a favor de sus compatriotas numerosos milagros. Porque, si algún enfermo acude lleno de fe a orar sobre su tumba, al momento obtiene curación.     

Muchos refieren también que estos Santos se aparecen en sueños a los enfermos indicándoles lo que deben hacer, y luego que lo ejecutan, se encuentran curados.

3.- José y María:
José de Nazaret es el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret, por tanto, su padre putativo. San José tuvo un papel esencial: Dios le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María.

El es, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima Virgen María.

José y María, los amantísimos padres de Jesucristo, quienes lo criaron en esfuerzo y trabajo. Jesús creció en sabiduría y estatura, en gracia para Dios y los hombres.

4.- Benito y Escolástica:
Benito de Nursia, fundador del monasticismo y santo patrono de Europa, nació gemelo y en el parto le acompañó una niñita, por nombre Escolástica, con la que no sólo compartió nacimiento, sino también vida, y hasta muerte y santidad.

Escolástica, virgen y hermana de san Benito, la cual, consagrada desde su infancia a Dios, mantuvo una perfecta unión espiritual con su hermano, al que visitaba una vez al año en Montecasino, en la Campania, para pasar juntos una jornada de santas conversaciones y alabanza a Dios. 

Es fundadora de un monasterio y la orden de las monjas benedictinas la cual gobernó siguiendo la regla de su hermano, quien era su director espiritual y el de las monjas.

5.- Ignacio y Francisco Javier:
Ignacio desde muy joven tenía grandes deseos de sobresalir y de triunfar en la vida, era despierto y de excelentes cualidades para los estudios. Fue a estudiar a la Universidad de París, y allá se encontró con San Ignacio de Loyola, el cual se le hizo muy amigo y empezó a repetirle la famosa frase de Jesucristo: “¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo?”. 
Este pensamiento lo fue liberando de sus ambiciones mundanas y de sus deseos de orgullo y vanidad, y lo fue encaminando hacia la vida espiritual. 
La amistad con san Ignacio transformó por completo a Francisco Javier, quien fue uno de los siete primeros religiosos con los cuales san Ignacio fundó la Compañía de Jesús o Comunidad de Padres Jesuitas. 
Ordenado sacerdote colaboró con san Ignacio y sus compañeros en enseñar catecismo y predicar en Roma y otras ciudades.


6.- Mónica y Agustín:
Mónica nació en Tagaste, actualmente Argelia, en el año 331. Aunque sus padres eran ateos, su criada era cristiana y es por esta razón que Mónica conoce el cristianismo.  Siendo muy joven, tuvo un arreglo matrimonial con Patricus (Patricio), un hombre violento y además mujeriego. 

Ella iba a la iglesia cada día y soportando con paciencia los engaños y las cóleras de su esposo. Al poco tiempo se fue ganando el afecto de su suegra e incluso poco a poco fue incluyendo a Patricio en el cristianismo y de esta manera logró que el carácter violento de su marido cesara.

Mónica tuve tres hijos, Los dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor, Agustínquien le dio muchas alegrías por sus logros en sus estudios, pero aun así también tenías preocupaciones por como llevaba su vida. Ella envió a su hijo al obispo para que recapacitara sobre cada uno de sus actos, pero el obispo le aconsejó para que siguiera pidiendo por su hijo, diciéndole “no se perderá el hijo de tantas lágrimas”. 
A la edad de 28 años, Agustín, se acogió en la gracia de Dios, convirtiéndose en cristiano y es ahí cuando recibe el sacramento del bautismo.

7.- Francisco y Clara:

San Francisco de Asís y Santa Clara  son dos personajes santos, del siglo XIII, ambos nacieron en la región italiana de Asís, pueblo fundado hacia el año 1000 A. C. 

San Francisco de Asís, era uno de los hijos de un comerciante cuya prosperidad le hizo pertenecer a la élite de las familias italianas de esa región, sin embargo San Francisco, desde joven, abandonó los bienes que por derecho de heredad le correspondían, y se dedicó al servicio de Jesucristo. 

Consagró su vida a atender a los enfermos y a las personas más necesitadas, una de sus primeras obras fue reconstruir la Capilla dedicada a San Damián, para lo cual vendió las mercancías de su padre.  

San Francisco se hizo predicador de las escrituras bíblicas, sus predicas llegaron a los oídos de Santa Clara de Asís, quien empezó a admirarlo al escucharlo en  la Iglesia de  San Rufino, desde entonces buscó la forma de conocerle.

Santa Clara de Asís  fue hasta la Iglesia de Porciúncula, conocida como Basílica de Santa María de los Ángeles. Era un domingo de Ramos, cuando San Francisco de Asís y Santa Clara inician su compañerismo consagrado a Dios, ya que en ese día Santa Clara hizo sus votos de pobreza y dedicación virginal a Jesucristo, renunciando a las riquezas que su noble origen le ofrecían, ya que, era hija de un señor poderoso y con muchos bienes.

San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís consolidaron su amistad, asistiendo a los pobres y predicando las enseñanzas de nuestro Salvador, desde su llegada al Convento de San Damián, Santa Clara iniciaría su vida de santa, guiada por Dios y San Francisco, consagrada a la atención de los más pobres.
San Francisco de Asís y Santa Clara fueron fundadores de la Orden de las Hermanas Clarisas y de la Segunda Orden de San Francisco.

9.- Luis y Celia Martin:
Luis nació el 22 de agosto de 1823 en Burdeos (Francia), y Celia vino al mundo ocho años después. Ambos crecieron en el seno de familias militares y católicas.
Luego que el padre se jubiló, la familia se mudó a Alençon en 1831. Allí Luis estudió con los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Al culminar su formación aprendió el oficio de relojero en varias ciudades de Francia.
Los padres de Celia Guérin fueron exigentes, autoritarios y rudos, su madre era “demasiado severa; era muy buena pero no sabía darle cariño, así que Celia sufria mucho”. Ella era “inteligente y comunicativa por naturaleza” y su hermana Marie Louise fue como una segunda madre.
La santa ingresó al internado de las religiosas de la Adoración Perpetua donde aprendió a confeccionar el punto de Alençon, uno de los encajes más famosos de la época, y para especializarse entró en la “Ecole dentellière”. Con su trabajo, Celia contribuyó a la economía familiar.
Tanto Luis como Celia sintieron durante su juventud el deseo de consagrarse a Dios a través de la vida religiosa.
Cuando tenía 22 años, él pidió ser admitido en el monasterio del Gran San Bernardo, pero fue rechazado porque no sabía latín. Por su parte, Celia quiso ingresar a la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, pero tampoco fue aceptada. Dios tenía otros planes para ellos.
Años más tarde, Luis abrió una relojería y Celia un taller de encaje.
Luis y Celia se cruzaron por primera vez en abril de 1858 en el puente San Leonardo. Se enamoraron y se casaron en la noche entre el 12 y 13 de julio de ese mismo año.
Tuvieron nueve hijos, de los cuales sobrevivieron cinco niñas: Paulina, María, Leonia, Celina y Teresa. A todas les transmitieron el amor a Dios y al prójimo.
A los 45 años, Celia se enteró que tenía un tumor en el pecho. La santa vivió esta enfermedad con firme esperanza cristiana hasta que falleció el 28 agosto de 1877 rodeada de su esposo y su hermano Isidore.
Luis se trasladó a Lisieux, donde vivía Isidore, y la tía Celina lo ayudó a cuidar de sus cinco hijas. Años más tarde, todas se hicieron religiosas, cuatro en el Carmelo y una en la Visitación.
Luis contrajo una enfermedad que lo fue mermando hasta perder sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio del Buen Salvador en Caen. Durante los períodos de alivio se ofreció como víctima de holocausto a Dios, hasta que murió el 29 de julio de 1894.
Su hija, Santa Teresa de Lisieux, fue proclamada santa el 17 de mayo de 1925 por el Papa Pío XI. 
Luis y Celia fueron canonizados el 18 de octubre de 2015, convirtiéndose en el primer matrimonio cuyos cónyuges son declarados santos en la misma fecha. Su fiesta se celebra el 12 de julio, día de su aniversario de bodas.

10.- Joaquín y Ana:
Ellos son los abuelitos de Jesús. El Protoevangelio aporta la siguiente relación: En Nazaret vivía una pareja rica y piadosa, Joaquín y Ana. No tenían hijos. Cuando con ocasión de cierto día festivo Joaquín se presentó a ofrecer un sacrificio en el templo, fue arrojado de él por un tal Rubén, porque los varones sin descendencia eran indignos de ser admitidos.

Joaquín entonces, transido de dolor, no regresó a su casa, sino que se dirigió a las montañas para manifestar su sentimiento a Dios en soledad. También Ana, puesta ya al tanto de la prolongada ausencia de su marido, dirigió lastimeras súplicas a Dios para que le levantara la maldición de la esterilidad, prometiendo dedicar el hijo a su servicio.

Sus plegarias fueron oídas; un ángel se presentó ante Ana y le dijo: "Ana, el Señor ha visto tus lágrimas; concebirás y darás a luz, y el fruto de tu seno será bendecido por todo el mundo". El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, que volvió al lado de su esposa. Ana dio a luz una hija, a la que llamó Miriam (María).

Dado que esta narración parece reproducir el relato bíblico de la concepción del profeta Samuel, cuya madre también se llamaba Hannah, la sombra de la duda se proyecta hasta en el nombre de la madre de María.

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuentes: