lunes, 27 de febrero de 2023

CRONICAS PORTEÑAS EN GOTAS

 

Leyendo uno de los tantos libros que el cronista porteño Miguel Elías Dao escribió de Puerto Cabello, titulado “Crónicas Porteñas”, quise recoger seis de las estampas históricas que señalan etapas gloriosas e inolvidables en el acontecer político y social de nuestro viejo Puerto.

Y comienzo con:

A.- El primer venezolano en obtener una credencial  de medico en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, fue el Dr. José Francisco Molina Sierra, nacido en Puerto Cabello en 1753, hijo de Gerónimo Molina y Magdalena Sierra. Discípulo del Dr. Lorenzo Campins y Ballester, quien fundó los estudios médicos en Venezuela en el año de 1763. El 17 de abril de 1785 le fue concedido el grado de Doctor en Medicina.

                Representación idealizada del Dr. Molina Sierra tomada del libro 
         "Rostros de mi Tierra" de Asdrubal Gonzalez.
A la muerte de Campins, el doctor Molina Sierra le sucede en el Protomedicato y en la Regencia de la Cátedra de Medicina, cargo que desempeñó hasta su muerte.

B.- Serenados los ánimos de los sucesos que conmovieron a la ciudad de Puerto Cabello en el año de 1902, cuando en un acto de piratería ingleses y alemanes trataron de bloquear el puerto, el Concejo Municipal en un alarde de inaudita adulancia decretó cambiar a la “Alameda de la Revolución” (antes “Alameda Guzmán Blanco”), por el de “Alameda Castro”.  

En un acuerdo municipal que decía “Que es deber de todo hombre agradecido y culto perpetuar el nombre de sus grandes benefactores, como un homenaje de presente…. al General Cipriano Castro, en días luctuosos para Venezuela…merecedor del más alto encomio y le ha colocado a la cabeza del continente Sud-Americano como el Proto-Héroe de los tiempos modernos”. En 1909 se le cambia el nombre otorgándole “Plaza Juan José Flores” (más conocida como “Plaza Flores”).

C.- Isla Larga y las Islas Del Rey, Alcatraz, Santo Domingo y El Ratón, fueron durante la Colonia propiedad del Capitán Adelantado Don Antonio José Garci-Gonzalez. Al morir este, uno de sus herederos de nombre Asunción Aramburú traspasó esta propiedad a otras personas.

Se señala que el año de 1830 perteneció a José Madrid y Petronila Madrid, quienes la vendieron a un señor de nombre Jaime Simonet. Hasta el año de 1850 estas islas fueron explotadas por particulares, pasando al patrimonio de La Nación. Algunas de ellas, tales como Alcatraz y Santo Domingo, estuvieron sembradas de cocoteros por largo tiempo.

D.- Punta Brava fue el nombre que se dio a un pequeño islote situado al norte del Castillo de San Felipe El Fuerte. En ese sitio se construyó un fortín conocido como “La Puntilla” y en el cual frecuentemente eran sometidos a torturas numerosos patriotas.

Cuentan que una vez Monteverde encerró a un grupo de estos en oscuros calabozos y que la mayoría murió asfixiada por estar la bóveda herméticamente cerradas.

E.- El general José María Luyando, nació en Puerto Cabello en el año de 1808. Recibió parte de su educación en los Estados Unidos de Norteamérica y prestó grandes servicios a la causa de la libertad en su país.

Tomó parte activa en   las campañas de 1848, 49, 53 y 54, coronando sus esfuerzos patrióticos con el grado de Primer Comandante del Ejército. Murió en Caracas el 24 de agosto de 1865, cuando desempeñaba la Secretaría de Guerra y Marina.

F.-  Por espacio de treinta y seis años permanecieron los restos del General Bartolomé Salóm sepultados en el Cementerio “Campo Alegre” en Puerto Cabello, no obstante a que el Decreto dictado por el general Guzmán Blanco, al crear el Panteón Nacional, le concedían los honores que el ilustre Prócer merecía, de que sus veneradas cenizas reposaran en el sagrario de los Inmortales.

A pesar de las gestiones llevadas a cabo por el Gobierno Nacional, por algunos familiares y amigos de Salóm, su hijo mayor Simón Cincinato Salóm Sereno, tercamente se opuso al cumplimiento de esta disposición, argumentando que mientras viviese, jamás permitiría que las sagradas cenizas de su Padre fuesen colocadas al lado de los que traicionaron al Libertador.

Grísseld LecunaG/Bavaresco

 

Fuente:

Crónicas Porteñas. Miguel Elías Dao. Colección “Temas y Autores Porteños”. Nº 1 (Pags. Del 21 al 91)

HISTORIA DE LA MEDICINA UNERG: EL PRIMER MÉDICO VENEZOLANO

 

martes, 7 de febrero de 2023

ARMANDO LAPIDAS COMO ROMPECABEZAS

 

El estudio de los cementerios nos revela muchos secretos de la genealogía, historia, cultura, geografía y arquitectura funeraria de cada sociedad y de cada época histórica. Con el paso del tiempo estos elementos inherentes a cada cultura se convierten en el patrimonio histórico de una época. 

Nichos, mausoleos, panteones, tumbas... son reflejos de la época y la cultura que a la vez, dan muchas pistas de las personas que yacen en ellos.

Hoy junto a mi amigo Elvis López, politólogo e historiador, y que al igual que yo, le gusta la historia de nuestro puerto y sobre todo del cementerio de los judíos y protestantes conocido como de los alemanes; fuimos invitados por nuestro amigo Carlos Manuel Flores, administrador de este lugar, pues había que resolver una tarea pendiente.

Como he comentado en otros artículos sobre esta necrópolis, le están haciendo mantenimiento, y mientras la desmalezan (aparte de reparar y pintar algunas rejas, entre otras cosas), se han encontrado montones de lápidas incompletas (cual piezas de rompecabezas), y que hoy nos dispusimos a encontrarle su lugar pero antes había que armarlas, y les cuento que no es tarea fácil ya que lamentablemente no están completas.

Algunos de las piezas encontradas entre los matorrales

Seguimos encontrando nombres y la lista continua creciendo (cuatro nuevos nombres). Les comento que encontramos un pedazo donde se pudo leer Lobo, como se sabe los padres del Doctor David Lobo están enterrados aquí cuyas lápidas están completas (David, Sarah y Renata Polly de Lobo), pero esta pieza corresponde a otro familiar que no sabemos su nombre, hay que investigar. Y así como esos, hay varios casos donde debemos adentrarnos e indagar en su historia familiar para poder completar su información genealógica.

Lapida que se lee "Aquí yace el cuerpo terrenal", 
pero aun no sabemos a quien le pertenece.

Por otra parte, mientras se encuentra algún documento donde diga la verdadera fecha de su edificación (algunos libros  dicen 1852, y en otra argumentan que fue en 1844), vamos tomando nota de la fechas escritas en las lápidas y vemos que existen personas fallecidas en el año de 1850, descartando así una de las fechas comentadas en escritos de algunos libros y documentos. Nos faltaría corroborar la de 1844, aunque algunos historiadores porteños alegan que dicha edificación es aun más antigua.

Hasta ahora existen 276 tumbas reconocidas, 4 lápidas sueltas, 1 lápida incompleta (le falta el nombre) y 24 tumbas sin nombres. No es tarea fácil, pero vamos por buen camino.

Grísseld LecunaG Bavaresco