martes, 29 de diciembre de 2020

LA PARÁBOLA DEL AMOR. UNA LEYENDA SIOUX

Y faltando escasos días para que termine el 2020, les dejo una hermosa historia de amor que se cuenta desde tiempos antiguos en la tribu norteamericana de los Sioux y que tiene como lema: "El amor vincula, pero no ata".


 "LA PARÁBOLA DEL AMOR"

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu y tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.

- Nos amamos - empezó el joven.

- ¡Nos vamos a casar! - dijo ella.


- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.


- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.


- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.


- ¡No importa! - dijeron los dos - Lo que sea - ratificó Toro Bravo.

- Bien -dijo el brujo- Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena.

¿Comprendiste?...

La joven asintió en silencio.

- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... ¡salgan ahora!


Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas.

Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas.

Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.

- Sí, sin duda. Como lo pediste...


- ¿Y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?...

- ¡No! -dijo el viejo-.

- ¿Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne? - propuso la joven.

- ¡No! -repitió el viejo-. Harán lo que les digo:

Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero..
.

Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso.

Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.

¡Este es el conjuro!

- ¡Jamás olviden lo que han visto!


Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no solo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.

Si quieren que el amor entre ustedes perdure...

¡¡VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS!!

martes, 15 de diciembre de 2020

QUIEN ERA LA ROSA DEL PRINCIPITO

El Principito es uno de los libros más valiosos para la humanidad. Un libro donde una rosa representa, la vanidad, el orgullo, por saberse única, por sentirse muy amada y cuidada. También representa el egoísmo, ya que la rosa sólo piensa en ella. No se da cuenta que sin el amor del Principito ella no sería nada. 

El principito muestra un amor puro y desinteresado por la rosa, ese amor que está por encima de los propios intereses. Para él, la rosa es única porque es SU rosa. Él sabe que hay muchas otras rosas, pero ésta es a la que él le dedica su vida. 


La rosa es un personaje interesante en el libro. Ella es bella, se cree inigualable, sin saber que hay cientos y miles de flores como ella misma.


El Principito acaba huyendo de ella, iniciando entonces su gran viaje por el universo y terminando finalmente por darse cuenta que ella no supo comprender su amor, que él nunca debió huir. Y que ambos eran demasiado jóvenes para saber amarse como merecían.

 

El principito es el mismo Saint-Exupéry, autor del libro, cuyo nombre completo era Antoine Jean-Baptiste Marie Roger de Saint-Exupéry. Y nunca se refirió a una rosa como tal, sino a Consuelo Suncín, Née Suncín, su esposa, su amor. Seguro todos los amantes de "El Principito", no sabían que la Rosa no era solo un personaje cualquiera.



Este personaje resulta ser de nacionalidad Salvadoreña, una mujer muy orgullosa que hizo sufrir mucho a Antoine y a otros hombres ante de él.


Conozcamos a Consuelo Suncín; era hija de un general, dueño de fincas cafetaleras. A los 18 años consigue una beca y se va a Estados Unidos a estudiar inglés (en esa época era algo mal visto). Se casa con el mexicano Ricardo Cárdenas un dependiente de un almacén de pinturas (aunque ella en sus memorias afirma que era un General del Ejercito), matrimonio que acabo en divorcio, meses después su ex-esposo murió en un accidente de ferrocarril. 


Así de viuda y con ganas de comerse al mundo, llega a Mexico con una carta de recomendación y solicita entrevistarse con José Vasconcelos, el gran escritor, ese mismo que dijo "por mi raza hablará el espiritú". Consuelo insiste hasta que Vasconcelos le da empleo y le ayuda a estudiar Derecho, pero se enamora de ella y tienen un romance de esos con notas de mil colores.

 

Vasconcelos la lleva a París donde conocen al prosista guatemalteco Enrique Gómez Carillo, quien en su tiempo era considerado el más exitoso escritor latinoamericano, gran error de Vasconcelos, pues Consuelo lo abandona y se casa con Gómez Carillo. Herido Vasconcelos, le dedica varias páginas en sus memorias y dice que ese romance con el principe de los cronistas es debido a la vocación "puteril" de su amada.


Boda de Antoine y Consuelo


Nuevamente queda viuda, pero ahora con mucho dinero, así que bonita, joven, viuda y con mucho dinero viaja a Argentina a finales del verano de 1930, a liquidar las propiedades de su difunto marido y es allí donde conoce a Antoine de Saint Exupery en una recepción en la Alianza Francesa de Buenos Aires. Lo de él fue amor a primera vista, la invita a volar y ahí suceden una serie de incidentes pero Consuelo siempre manteniendo a raya a Antoine (en el libro él dice “creo que ella me ha domesticado”  refiriéndose a la rosa o a Consuelo.

 


Se casan en Niza, Francia, el 12 de abril 1931, en contra de la voluntad de la familia del escritor, que no le perdonaban que una mujer viuda y de origen indígena se ganara el corazón del escritor más famoso de Francia. El vestido de novia de Consuelo era de encajes negro. A pesar de que Mary de Saint-Exupery (la madre de Antoine) tenía la sensación de que Consuelo estaba alejándola de su hijo, decía y según sus propias palabras: “si mi hijo la ama, yo la amo”.

 

Consuelo y Antoine vivieron 13 años de matrimonio intenso, él con sus frecuentes viajes, el gusto por la vida y viajar.

 


Según palabras de ella, ser la esposa de un piloto fue un suplicio, ser la de un escritor un verdadero martirio. La relación entre Consuelo y Antoine era apasionada y tumultuosa. A pesar de sus peleas, él siempre estaba pendiente de ella, pues era asmática así como la rosa que tosía y el principito la tenía en un biombo para que no le pasara nada. Consuelo le fue infiel muchas veces como esposa, Antoine también lo fue pero no tanto como lo fue ella. Fue así como el sufrimiento de Antoine la convirtió en el personaje más nefasto y orgulloso de "El principito". 


En 1943, antes de reintegrar a las Fuerzas Francesas Libres de África, Antoine escribió a Consuelo: "Creo que serás más feliz sin mí, y creo que finalmente encontraré la paz en la muerte..." 


En Argel, recibió una larga carta de Consuelo asegurándole su amor absoluto e intacto. Le agradece: "Sé mi protección. Hazme un abrigo de tu amor." 


A pesar de sus dificultades matrimoniales, permanecieron muy cerca y Antoine todavia se sentía responsable de su esposa, a quien confió a su madre despues de este morir. 



La sociedad francesa trató de no relacionar su nombre con el escritor por lo mala que fue con él, no fue sino tiempo despues que la reconocieron como parte de su vida... 


De regreso a Francia en 1946, Consuelo vivio entre París y Grasse, lugar donde murió en 1979. 


Grisseld LecunaG/Bavaresco


Fuente:

https://www.antoinedesaintexupery.com)/personne/consuelo-son-epouse-1901-1979

¿Sabes quién es la rosa 🌷 de “El Principito''? - El rincón de los recuerdos/facebook.com