miércoles, 18 de abril de 2018

DOS CUENTOS..... DOS RELATOS.


Y así dejando volar la imaginación; dos cuentos y dos relatos, espero les agrade.
TRENZARÉ LA TRISTEZA
Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar al resto del cuerpo.

Había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues lo haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas Que no  se metan entre tus manos –me decía- porque puedes tostar de más el café  o dejar cruda la masa; y es que la tristeza le gusta el sabor amargo.
Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.

Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aún si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia; no la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza la tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza….

Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.
Paola Klug, la pinche canela


UN CUENTO DE FIN DE AÑO
Dicen que cuando se acerca el fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
- ¿Qué hay de nuevo? - pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.

Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad..... - contesta el ángel más viejo.

Y bueno, todas esas son cosas muy importantes.

Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.

-¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? -Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.

-¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los qe quieran escucharlo? - pregunta el anciano.

Tras una larga conversaciòn se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en un susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta los últimos minutos del último día del año.

Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:

"Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor:

Sin violencias, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.
Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.
Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".

Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.


1er MICRO-RELATO "LA BOTELLITA"

Mi Abuelo me contó hace un par de años que en su pueblo había un borrachito que se encontraba caminando una noche de luna menguante y pocas estrellas por el malecón de su tierra.

Había llovido y en esa zona se formaban charcos de lodo; sin darse cuenta resbaló y cayó sentado.

El pobre enseguida se puso de pie y se tocó el bolsillo de la parte trasera de su pantalón donde llevaba una botellita de aguardiente, de repente sintió que un líquido le recorría la pierna y en su semi-inconsciencia solo atinó a decir “Dios mío que sea sangre”. 

 luna menguante y pocas estrellas por el malecón de su tierra. 



 2do MICRO-RELATO “DOÑA CARMEN”

Hace tiempo que Doña Carmen falleció, recuerdo que le repetía a la gente del pueblo que el día que le tocara partir, no le hicieran novenario,  que preferiría le rezaran un padrenuestro y un avemaría,  que lo hicieran en su honor para que su luz brillara en la eternidad.

Y terminaba diciendo en versos; El día que ya no esté entre los mortales, seré brisa matutina, aroma vespertino y añoranza nocturna para aquellos que me recuerden.

Seré flor que cae en tus manos, ola que llegue a tus pies, escalofrío que recorra tu cuerpo, cuando Yo, ya aquí no esté.




Grísseld LecunaG/Bavaresco.

Fuentes:
1.- https://paolak.wordpress.com/2014/03/04/trenzare-mi-tristeza

2.- Del libro: “Cuentos para niños de 8 a 108 II”
www.silvitablanco.com.ar/feliz_navidad

3.- Relato participante en el V Concurso de micro-relatos Fundación César Egido Serrano, España (2017) GLG/B

4.- Relato participante en el V Concurso de micro-relatos Fundación César Egido Serrano, España (2017) GLG/B



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