lunes, 6 de febrero de 2017

EL CAMELLO ATADO, EL LAZO INVISIBLE O COMO LO QUIERAS LLAMAR

En una de mis cotidianas búsquedas en la red, encontré un cuento en Taringa.net, titulado “El Camello atado“, de Emilio Albo de Argentina, plasmado el 19 de Julio de 2011. Lo interesante del caso (además del contenido), es que en estos cinco años que han pasado el cuento ha sido alargado, mas especificado y hasta le han cambiado el nombre; algunos lo titulan “El lazo invisible”. También lo encontré en un blog de reflexiones de la vida, titulado “Los límites los impone la realidad o nuestras creencias”.

Lo cierto es que a pesar de que le han cambiado hasta el número de camellos existentes, sigue siendo una excelente reflexión.


A continuación el cuento, tal como fue escrito por su autor, al final algunos toques que le agregaron los “otros autores”. 

Una caravana que iba por el desierto se detuvo cuando empezaba a caer la noche. Un muchacho encargado de atar a los camellos se acercó al guía y le dijo:
-Señor tenemos un problema; hay que atar a 20 camellos y sólo tengo diecinueve cuerdas, ¿Qué hago?-

- Bueno-  dijo el guía, -en realidad los camellos no son muy lúcidos. Ve donde está el camello sin cuerda y haz como que lo atas. Él se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.-

El muchacho así lo hizo. A la mañana siguiente cuando la caravana se puso en marcha, todos los camellos avanzaron en fila, todos menos uno.


-Señor, hay un camello que no sigue a la caravana.-
-¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga?-
- Sí, ¿Cómo lo sabe?-
-No importa, ve y haz como que lo desatas, si no va a creer que sigue atado; y si lo sigue creyendo no caminará.-

Hasta aquí el cuento original. De aquí en adelante la moraleja, inspiración de los otros autores:

Muchas veces nosotros pasamos por lo mismo que el camello de esta historia. Alguien pudo atarnos con algo que no existe. 

A veces creemos lo que nos dicen y permitimos que nos dejen quietos, atados a complejos e ideas falsas acerca de nuestra capacidad, de nuestros dones y talentos.


Nos quedamos quietos en un lugar inmovilizados por algo que no existe y perdemos oportunidades, dejamos que la vida se pase sin que podamos cumplir nuestro propósito.

¿Tienes sueños? Ve por ellos, ponte de pie y empieza a caminar, sal de la zona donde te has quedado esperando que alguien desate esa cuerda inexistente. 

Dios preparó cosas buenas para ti desde hace mucho tiempo, pero debes levantarte.

Nota del autor al ver que su cuento había sido viralizado en la red:
"Este cuento lo escribí hace 5 años más o menos, y ahora lo veo en una web. Se trata ilustrar de qué forma los límites no los impone la realidad, sino nuestras propias creencias. Somos como el camello, atados sin cuerda a nuestra mente".

Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco

Fuente:

Para conocer los cambios efectuados al cuento; estos son los link.



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