viernes, 15 de mayo de 2020

DOS HISTORIAS DE REFLEXIÓN, LA IMPORTANCIA Y EL HONOR

TODOS SOMOS IMPORTANTES.....
Esta primera historia quizás no sea real pero puede parecerse a alguna, cuyas circunstancias sean otras y a manera de reflexión sean ciertas y dejen un buen ejemplo a seguir. Es por ello que debemos ser humildes y amar al prójimo…

Este es Juan, quien trabajaba en una planta distribuidora de carne. Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; en ese momento se cerró la puerta, se bajó el seguro y quedó atrapado dentro de la inmensa cava. 

Aunque golpeó la puerta fuertemente y comenzó a gritar, nadie pudo escucharlo.La mayoría de los trabajadores habían partido a sus casas, y fuera del refrigerador era imposible escuchar lo que ocurría dentro.

Cinco horas después, y al borde de la muerte, alguien abrió la puerta. Era el guardia de seguridad que entró y rescato al pobre hombre.

Juan preguntó a su salvador como se le ocurrió abrir esa puerta si no era parte de su rutina de trabajo, y él le explicó:

"Llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero tú eres el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible.

Hoy, como todos los días, me diste tu simple "Hola" a la entrada, pero nunca escuché el "Hasta mañana".
Yo espero por ese "Hola" y ese "Hasta mañana" todos los días. Para ti yo soy alguien, y eso me levanta cada día. Cuando no oí tu despedida, supe que algo te había pasado... Te busqué y te encontré!!

Reflexión:
La urgencia, el trabajo y la frivolidad nos hace descuidar, obviar y hasta perder los buenos modales. La cortesía no sólo es un compendio de buenos modales, sino también de cultura. Todos Somos Importantes desde Tu Jefe hasta el que te sirve el café en la Mañana. Muéstrate siempre afable, incluso con quien no te simpatiza por completo, que todos merecemos respeto y buen trato.

ÉTICA Y VERGÜENZA
La segunda historia es real y ocurrió en una carrera, Abel Mutai estaba a solo unos metros de la línea de meta, cuando se confundió con la señalización, pensando que ya había completado la carrera. 

El español, Iván Fernández, estaba justo detrás de él y, al ver la situación comenzó a gritar para que el keniano estuviera alerta, pero Mutai no entendió lo que decía su colega. El español luego lo empujó hacia la victoria.

Un periodista le preguntó a Iván:
- "¿Por qué hiciste eso?"      
- Iván respondió con otra pregunta:   
-“¿Qué es eso?" No entendió la pregunta...
El resto de la entrevista:
-"¿Por qué dejaste ganar a Kenia?"     
-"No lo dejé ganar, iba a ganar". 
-"¡Pero podrías haber ganado!"   
-"Pero, ¿cuál sería el mérito de mi victoria? ¿Cuál sería el honor de esa medalla? ¿Qué pensaría mi madre de eso?"

Reflexión: El honor, la ética y la vergüenza son principios transmitidos de generación en generación. ¡No dejes que esos principios se pierdan!

Grisseld LecunaG/Bavaresco


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