El 26 de Julio de 1952, una mujer de 33 años muere en
la cama de un hospital. Ha sido actriz
y, a los 24 años, ha conocido a un coronel del ejército argentino que actúa en política.
En los alrededores del hospital en que la mujer acaba
de morir, hay decenas de miles de personas con velas encendidas. La mayoría de
ellas ha pasado varios días, de rodillas rogando por su sanación.
También, días atrás, aprovechando la oscuridad de la
noche, se ha detenido un automóvil muy costoso, en el que viaja un grupo de personas
jóvenes y ricas. Uno de ellos descendiendo del coche, con pintura negra,
escribe en una de las paredes del hospital: ¡“Viva el Cáncer”!. La mujer que despierta tanto amor y tanto odio es la
esposa del presidente argentino, Juan Domingo Perón. Ella es Eva Perón.
Eva Maria Duarte Ibarguren, nace el 07 de Mayo de 1919, en Los Toldos, un pequeño pueblo de la
provincia de Buenos Aires. Su madre es una mujer pobre, Juana Ibarguren, que
vive en la estancia de Juan Duarte, un hombre rico. Juana tiene cinco hijos de
Duarte pero él no ha reconocido a ninguno. Por la ley argentina de entonces,
Eva Maria figura como “hija adulterina” ya que una hija ilegitima, según se
considera despectivamente en la época. Esto significa que ni ella ni sus
hermanos tienen derecho hereditario ni su padre obligación alguna de
mantenerlos (aunque lleven su apellido), pues son hijos fuera del matrimonio.
Al morir Duarte, la familia legitima echa del campo a
Juana y a sus cinco hijos. Quedan entonces desprotegidos y atravesaran una
severa pobreza.
Desde pequeña, Eva tiene un sueño: convertirse en
actriz.
Juana Ibarguren y sus hijos se residencian en Junín. Cuando
Eva es una adolescente, actúa en el pueblo un famoso cantor de tangos que está
de gira, Agustín Magaldi. Eva es decidida y se acerca a él. Tiene un ligero
romance que resulta suficiente para que Magaldi le pague el pasaje en tren
hasta Buenos Aires. Con quince años, Eva se encuentra sola, sin ninguna ayuda y
debe sobrevivir en Buenos Aires.
Busca trabajo en la naciente industria. Son “los
cabecitas negras”, como le llaman, con desprecio, los sectores de la alta
burguesía y de las clases medias. Consigue trabajo de actriz en una importante
compañía teatral.
Pero el trabajo dura poco. Juan Duarte, su hermano mayor,
esta trabajando en Buenos Aires y trabaja como viajante.
Carece de dinero y no
solo no puede auxiliarla sino que apenas le alcanza para él. Eva no espera que
su hermano le dé algo, le importa encontrarse seguido con él. Juan es su
debilidad y, con los años, será ella la que lo convierta en alguien con riqueza
y poder.
Consigue pequeños papeles en obras de teatro y películas.
Los críticos la mencionan en sus comentarios no dándole más de una o dos líneas.
Para ella es bastante.
Con el correr de algunos años, Eva se hace mas
conocida como actriz. Filma películas en papeles secundarios y trabaja en radio.
Pero sigue viviendo en habitaciones de bajo alquiler.
Con Pedro Quartucci, el muy conocido actor y ganador
en boxeo de una medalla de bronce en los juegos olímpicos de París, en 1924,
mayor a ella en varios años, mantiene un vínculo amoroso. Quartucci es casado y
el romance dura poco. Pero de la relación nace una hija.
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Pedro Quartucci |
Este lleva la hija que
ha tenido con Eva a su propia casa para que su esposa la críe ya que ellos no habían
podido tener hijos. Eva cae en pozos de depresión, bebe y consume morfina. También
establece relaciones con hombres ricos que le dan dinero y la ayudan en su
carrera.
Ya en 1942, Eva tenia dinero y comenzaría a gastar en
lujos que nunca había podido darse.
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Nilda Quartucci (la hija de Evita) |
En un acto organizado por la secretaria del trabajo, una
gran colecta para ayudar a las victimas del terremoto de San Juan, conducida
por el Coronel Juan Domingo Perón, quien esta haciendo desde ese puesto de
apariencia mínima lo que nadie había hecho antes: establecer con los sindicatos
y auspiciar beneficios para los sectores.
Eva tenia un amante, un hombre rico e importante.
Pero, al ver a Perón, no quiso desperdiciar la oportunidad. Se acerco a él y se
presento.
Perón era viudo, su primera mujer murió de cáncer
uterino. El vivía en un departamento. Al mes de conocerse ya Eva y Juan estaban
viviendo. El le llevaba veinticinco años y eso de acuerdo con lo que siempre le
gusto: las muchachas muy jóvenes, y si son adolescentes, mejor.
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Ramirez (centro), a la izquierda el General Farell |
En el gobierno se producen cambios. El presidente Pedro Pablo Ramírez ha tenido que renunciar y, como parte, del golpe de mano, asume el General Edelmiro Farell y Perón seria el vicepresidente y el hombre más poderoso.
Peron impulsa medidas que benefician a los pobres y
esto no convenció a la clase adinerada ni a los militares que pertenecían a la oligarquía.
Obligan que Perón renuncie y lo llevan detenido a la isla de Martín García.
EL 17 de Octubre de 1945, Eva Duarte, acompañada de
los dirigentes sindicales, recorre las fabricas organizando una protesta social.
Los obreros quieren a Peron en el gobierno. La gente invade la Plaza Mayor pidiendo
la liberación de Peron. Este es liberado y llega a la
Casa Rosada, se asoma en uno de los balcones
y el pueblo estalla coreando su nombre. La historia Argentina acababa de dar un
vuelco inesperado.
El 10 de Diciembre de 1945, se casan en una ceremonia
secreta porque así lo pidió Eva. Un año después Perón es proclamado presidente
de Argentina.
Las mujeres no tenían derecho al voto y fue Perón por
pedido de Eva que establecería ese derecho.
De inmediato la primera dama siente el rechazo de las
mujeres de la oligarquía. No la aceptan en la Sociedad de Beneficencia,
ámbito de las señoras de sociedad. Eva es generosa pero nunca perdona. Y le
pide a su esposo que clausure esa sociedad por decreto, y crea la “Fundación
Eva Perón” que realizaría una de las obras mas grandiosa de ayuda a los pobres
que se ha hecho en Argentina. Eva en persona se encargaría de todo.
Perón es querido por el pueblo. Eva es adorada. Ella
es Santa Evita. Su defensa de los derechos de los pobres y de las mujeres,
es absoluto.
Desde la oposición y las clases acomodadas se desprecia
a la gente que acude a los actos peronistas y se les llaman “los descamisados”.
Eva como es costumbre, recoge el guante y, en sus discursos a los trabajadores
les llama “mis queridos descamisados”.
Ellos duermen en cuartos separados, en la intimidad el
trato entre ellos ha cambiado, aunque mutuamente son cariñosos. Es indudable
que hay inconvenientes entre ellos, pero no afectan la vida pública ni los
sentimientos que los unen. Pueden dudarse lo que Perón siente por ella pero todos
saben que Eva da la vida por Perón.
Eva recibió muchos regalos costosos como primera
dama. Regalos que no quedaron para el país sino que pasaron a sus manos privadas. Tenía una cuenta personal en Suiza de la que el propio Perón desconocia la clave.
Su
hermano Juan es nombrado secretario personal de Perón, se ha hecho rico y es
famoso por sus fiestas privadas.
En 1951, la salud de Eva desmejora con rapidez. Esta
enferma de cáncer. Le realizan una operación, recurre a los mejores médicos del
mundo, pero nada puede hacerse.
A pesar de su gravedad, Eva hace la campaña para la reelección
de su marido. Siempre sostenida de la cintura por Perón para evitar que se
desplome.
Perón gana con amplitud las elecciones. El 4 de Junio
como es tradición, el presidente recorrerá las calles en un automóvil descapotado.
Eva ha ordenado que le construyan un arnés que la sostenga y que la aten para
que pueda estar de pie junto a su marido en el recorrido presidencial.
Perón no
puede convencerla de que no lo haga, nadie puede detenerla cuando se propone algo.
Un mes después, muere. Perón había ganado las
elecciones obteniendo un poco mas de un millón y medio. Al funeral de Eva
fueron más de dos millones de personas.
Después de su muerte, su hermano Juan se suicida. Nadie
cree en eso. Lo que piensan es que lo han asesinado.
Juan Duarte había hecho
negociaciones que perjudicaban seriamente a Perón.
“Mi mayor ambición, -escribe Eva- es que en el maravilloso y extenso
capitulo que se dedicará a Perón en los libros de historia, a pie de pagina, en
una pequeña nota, se diga: Hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a
llevarle al presidente las esperanzas del pueblo, que luego Perón convertía en realidades. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota
terminase de esta manera: De esta mujer solo sabemos que el pueblo la llamaba
cariñosamente Evita”.
Grisseld LecunaGarcia/Bavaresco.
http://www.juancarlosboverihistorias.com/search/label/juan%20per%C3%B3n%20y%20eva%20per%C3%B3n
http://todomargal.blogspot.com/2010/03/382-la-hija-de-eva-duarte-y-pedro.html