Una amiga me paso un escrito cuya autora es una chica de Sinaloa, México, llamada Marisol López Parra, titulado NO ME ESTOY
PONIENDO VIEJA. Les cuento que me encantó, es con tanta sencillez que logra plasmar
(los que algunos no entienden), la esencia nata de las personas que vamos cada día
más convirtiéndonos en mujeres maduras. En algunos de sus párrafos me veo reflejada.
Es así y con el permiso que Marisol me dio voy a compartirlo con Ustedes.
NO ME ESTOY PONIENDO VIEJA
Te estas volviendo vieja me dijeron, has dejado
de ser tú te estas volviendo amargada y solitaria.
-No, respondí.
No me estoy volviendo vieja me estoy volviendo sabia.
-No, respondí.
No me estoy volviendo vieja me estoy volviendo sabia.
He dejado de
ser lo que a otros agrada para convertirme en lo que a mi me agrada ser, he
dejado de buscar la aceptación de los demás para aceptarme a mi misma, he
dejado tras de mi los espejos mentirosos que engañan sin piedad.
-No, no me
estoy volviendo vieja.
Me estoy
volviendo asertiva, selectiva de lugares, personas, costumbres e ideologías.
He dejado ir
apegos, dolores innecesarios, personas tóxicas, almas enfermas y corazones
podridos, no es por amargura es simplemente por salud.
Dejé las
noches de fiesta por insomnios de aprendizaje, dejé de vivir historias y
comencé a escribirlas, hice a un lado los estereotipos impuestos, dejé de traer
maquillaje en mi bolso ahora llevó un libro que embellece mi mente.
Cambie las copas de vino por tazas de café, me
olvidé de idealizar la vida y comencé a vivirla.
-No, no me
estoy poniendo vieja.
Llevo en el
alma lozanía y en el corazón la inocencia de quien a diario se descubre. Llevó
en las manos la ternura de un capullo que al abrirse expenderá sus alas a otros
sitios inalcanzables para aquellos que sólo buscan la frivolidad de lo
material.
Llevó en mi
rostro la sonrisa, que se escapa traviesa al observar la simplicidad de la
naturaleza, llevo en mis oídos el trinar de las aves alegrando mi andar.
-No, no me estoy
volviendo vieja.
Me estoy
volviendo selectiva, apostando mi tiempo a lo intangible, reescribiendo el
cuento que alguna vez me contaron, redescubriendo mundos, rescatando aquellos
viejos libros que a medias páginas había olvidado.
Me estoy volviendo más prudente he dejado los
arrebatos que nada enseñan, estoy aprendiendo a hablar de cosas trascendentes,
estoy aprendiendo a cultivar conocimientos, estoy sembrando ideales y forjando
mi destino.
No, no es
que me esté volviendo vieja por dormir temprano los sábados, es que también los
domingos hay que despertar temprano, disfrutar el café sin prisa y leer con
calma un poemario.
No es por
vejez por lo que se camina lento, es para observar la torpeza de los que a
prisa andan y tropiezan con el descontento.
No es por vejez por lo que a veces se guarda silencio, es simplemente por que no a toda palabra hay que hacerle eco.
No es por vejez por lo que a veces se guarda silencio, es simplemente por que no a toda palabra hay que hacerle eco.
No, no me
estoy poniendo vieja, estoy comenzando a vivir lo que realmente me interesa.
Marisol López Parra
Derechos reservados de autor.
Sinaloa, México.
Derechos reservados de autor.
Sinaloa, México.
Gracias a Marisol López Parra por dejarme compartir este hermoso y sentido poema.
Grísseld LecunaGarcia/Bavaresco
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