Existen dos leyendas que hablan sobre
como llegó la imagen del venerado Cristo de la Salud al pueblo de Borburata. Por más que indagué con gente conocedora de la historia y revisé libros e Internet, no pude saber
cual era la verdadera.
Es por ello que en mi libro “Mi Puerto y sus Leyendas Urbanas. Contada
por gente como uno”, plasme las dos historias; pues para mi, las dos tienen
su toque de realidad.
La primera fue narrada por la Señora Ana Álvarez, cuyos Abuelos y Bisabuelos vivieron
por mucho tiempo en una de las callecitas del pueblo de Borburata, donde esa historia
fue pasando de boca en boca hasta llegar a ella y hoy día sigue pasándola a sus
nietos, bisnietos y todo aquel que desee escucharla, entre ellos me encuentro
Yo.
Y la otra, que llegó a mí, como por
encanto; unos escritos de Monseñor Luís
Maria Padilla, donde contaba esa historia. El recordado presbítero que se
desempeñaba como Capellán Militar de la Base Naval y Párroco de Borburata; que, aunque no
era Porteño (había nacido en la población de Montalbán, Estado Carabobo, el 21 de enero de 1902),
sabia más de esta historia, que algunos cuyas madres los habían parido en esta
tierra. Ese mismo en cuya foto sale agarrando a un soldado moribundo, leal al
gobierno, en plena zona de acción en El
Porteñazo (fallida insurrección cívico-militar que buscaba derrocar al
presidente Rómulo Betancourt, en La Alcantarilla , sector de la calle Urdaneta y
puerta de entrada a la ciudad, en Junio de 1962 en Puerto Cabello). Y que le
dio la vuelta al mundo, mereciendo su fotógrafo (Héctor Rondon), el “Pulitzer mención fotoperiodismo” (el único
hasta ahora, ganado en Venezuela).Y así inicio mi leyenda urbana de:
Primera historia
contada por Maria Alvarez.
Su aspecto: imagen de Jesús crucificado.
Lugar: Iglesia del Pueblo de Borburata.
Origen: Tradición oral que data del año de 1700
(aproximadamente).
Según la tradición, se dice que en una embarcación
debían de llegar al puerto de Puerto Cabello, dos imágenes para los templos
ubicados, uno en Ocumare de la Costa y el otro en el Pueblo de Borburata.
Estos regalos habían sido otorgados por el Obispo
Fray González de Acuña, de la orden de Santo Domingo, hacia el año de 1671.
Una de ellas era el Cristo crucificado, cuyo destino
era para el pueblo de Ocumare, mientras que la otra, La Virgen de la Concepción , sería para
Borburata.
Cuando llego la caja donde estaba la Virgen (con su nombre por fuera para diferenciar
cada imagen), esta fue llevada al pueblo y una vez allí, cuando estaban
sacándola de la caja, se consiguieron con la imagen del Cristo crucificado.
El asombro de la gente de Borburata fue tan grande,
que tomaron esta señal como sagrada y decidieron que la imagen del Cristo de la Salud , como se llamaría de
ahora en adelante, debía de quedarse
allí.
Edificada bajo el patrocinio de la Inmaculada Concepción
y San Juan Bautista, sus habitantes cultivaron estas devociones con el máximo
esplendor de la fe y las más afectuosas manifestaciones de la piedad cristiana. Se cuenta que, de las ricas minas que se explotaban en Borburata, todo el oro
que extraían el día 7 de Diciembre de cada año lo destinaban para la fiesta de
la inmaculada el día 8 y subsiguientes. De las fiestas de San Juan queda
reminiscencia en la forma singular y entusiasta en que actualmente se celebran
con un ordenamiento ritual sui generis
que ha pasado de padres e hijos como un gaje de hermosa tradición.
Después
de sufrir dos consecutivas destrucciones a manos de los piratas franceses y la
dispersión causada por el arribo e infeliz visita del Tirano Aguirre, Borburata
se hunde en la anonimia y pervive, gracias al espíritu de trabajo y lucha de
sus nativos que les conservan un débil hilo de existencia, pero ya retirada de
su sitio inicial, pobre y sin auxilios
exteriores que la estimulen, la cubre un manto secular de olvido.
Pero
Borburata vive en el espíritu de hombres de color que con su patriotismo y amor
no la dejan perecer. Borburata ignorada no pierde la fe en su destino.
En
esta situación la encuentra el Excmo. Arzobispo de Caracas, Monseñor Diego
Antonio Diez Madroñero, quien apreciando su hermosa pero trágica historia,
calibrando las posibilidades de sus habitantes y compadecido de su pobreza le
toma cariño, pues su corazón se lastima por la suerte de esta porción de sus
hijos menos favorecidos.
En
sus manos solo tiene, para dar a Borburata una prenda inequívoca de sus
paternales sentimientos, el adorable Cristo de su Santuario particular; el
Cristo que había recibido sus mas intimas confidencias; que había sido su
consuelo en días de angustias; el que había sido su inseparable compañero y
amigo, lo regala como único presente de seguridad y esperanza al pueblo de
Borburata.
Este
piadoso hecho de inmediato se riega por todos los alrededores considerando a
Borburata como centro de predilección del santo Arzobispo. De todas partes
acudía la gente para conocer y adorar al Santísimo Cristo colocado en el altar
principal del templo. No tardo Cristo en premiar la fe y el amor de los
numerosos peregrinos con admirables milagros y gracias que llevaron el nombre
de Borburata por todos los rincones del país, principalmente por los
innumerables enfermos que recobraban la salud.
Estos milagros le ganaron muy en
breve el apellido de Cristo de la Salud.
El Santuario del Cristo de la Salud de Borburata, Puerto Cabello, Estado Carabobo, Venezuela. |
En cualquiera
de estas dos historias, llegaba así la fe cristiana al litoral carabobeño, quedando marcada por la presencia viva de Jesús. Haciendo surgir con el paso
del tiempo una verdadera devoción al Jesús crucificado.
Estas
dos historia quedaron como parte de las leyendas y creencias más enraizadas,
dándole así, mayor identidad a la población de Borburata por la maravillas que
ha presenciado este pueblo y las que hemos escuchado de boca de los mismos
protagonistas en nuestros días, de cerca y lejanas tierras, nos convencen con
claridad de evidencia que Cristo ha establecido en este humilde Santuario un
trono de misericordia.
Grísseld
LecunaGarcia/Bavaresco
Quiero leer ese libro. Me gusta tu blog.
ResponderEliminarGracias Trotsky, Te aviso cuando salga a la venta.....Saludos.
ResponderEliminarEN TRUJILLO EN IGLESI CHIQUINQUIRA DE LA CAPITAL HAY UN CRISTO DE LA SALUD FUE QUEMADO POR EL PIRATA GRAMONT DE LA MOTE EN 1679
ResponderEliminarBuenas Grisseld... Según la historia de San Carlos-Cojedes Monseñor Luis María Padilla es oriundo de ese Estado Cojedes.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Quizás haya nacido en Cojedes, pero en la entrevista de la cual plasmo en este artículo, él comenta haber nacido en Montalbán.... Otro misterio que resolver jajajaja... Gracias Del Valle.
EliminarPor un sueño conocí al santo cristo de Borburata y allí fui luego en unas cinco oportunidades, hoy vivo en Chile y de nuevo siento la necesidad de estar cercana a su historia. Así abrí ésta página. Gracias
ResponderEliminarDebo escribir sobré el Santo Cristo. Y sería muy importante sus hallazgos
Gracias a ti... Sueño hecho realidad.
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