Siempre
resulta difícil separarse de un ser querido, ya sea un familiar o un gran
amigo.
Pero,
aunque existan algunos baches en ese nuevo camino, sabemos que es para su bien,
y anteponemos el apego en pro del éxito de esta tan querida persona.
Es
por ello que hoy les dedico un pedacito de mis sentimientos a todas aquellas personas
(familiares y amigos), que han partido hacia otras latitudes, con mis mejores
deseos, esperando que la mano amorosa y sabia de mi Dios, los acompañen en cada
día de esa nueva experiencia y que en un pronto amanecer vuelvan esos pedacitos
de mi corazón que cada uno se llevo, a unirse en esta tierra hermosa donde por
primera vez vimos la luz del sol.
Puerto
Cabello, 18 de noviembre de 2019
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